𝕻𝖆𝖗𝖙𝖊 2.

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𝐂 𝐀 𝐏 Í 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎  𝐃 𝐎 𝐒: 𝐔𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐛𝐚𝐭𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨

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𝐂 𝐀 𝐏 Í 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎  𝐃 𝐎 𝐒: 𝐔𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐛𝐚𝐭𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨.

Los guardias trajeron lo que había solicitado la princesa Thyra. Ella con entusiasmo miraba la armadura y espada. Sabía que daría un buen espectáculo y eso provocaría un gran enojo.

— Quiero ver la cara de mi padre. Pero especialmente, la cara del bastardo de mi tío y sus hijos cobardes.

Expresaba la princesa con rencor hacia su familia paterna. Thyra miraba la armadura con remordimiento, ya que el día que el hermano de su padre vino a vivir con su familia en el reino, en forma de apoyo, su madre repentinamente enfermó.

— Princesa, si su padre se entera de que nosotros la ayudamos, nos colgará.—Uno de los guardias interrumpió sus pensamientos.

La mayoría de ellos tenía la cabeza baja por el miedo de solo pensar en sus vidas.

— No se preocupe, señor, cuando estalle el enojo del rey, no los voy a involucrar.

Al oír dichas palabras, los guardias salieron de la habitación de la princesa cerrando las puertas. Mientras tanto, las doncellas ayudaban a vestir a la princesa Thyra con esa pesada armadura.

— El que sea digno en derrotarme, será digno de ser mi esposo. Pero dudo que haya un caballero que me derrote — La princesa comenzó a vestirse y observaba su reflejo en una de las ventanas.

Se veía formidable. A pesar de tener un cuerpo delgado, la armadura le quedaba perfecta, al igual que la espada en su mano: Es la hora de la gran función. Susurraba la princesa. Thyra se dirigía sigilosamente al campo de batalla, sin que nadie notara que era de la realeza y la misma heredera al trono. Observó a los caballeros a los que se iba a enfrentar, de lejos podía ver como su padre la buscaba, preguntando a los guardias donde se encontraba ella.

— Vaya, al parecer la querida princesa no vendrá — Uno de los caballeros, al no ver a la joven de la realeza, se decepcionó, mientras se colocaba su casco.

— Una lástima, me hubiera gustado que la princesa me viera ganar.

Prosiguió diciendo otro. Lo cual provocó un disgusto en la princesa Thyra. Ella los observaba y eran simples hombres arrogantes deseando el trono de su padre.

 Ella los observaba y eran simples hombres arrogantes deseando el trono de su padre

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𝐄𝐋 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄 (𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝟏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora