𝐂 𝐀 𝐏 Í 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 𝐓 𝐑 𝐄 𝐒: 𝐌𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐲 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐦á𝐬.
Thyra, al escuchar las indignantes ofensas, comenzó a golpear a sus primos, dejando casi desfigurado el rostro de uno de ellos. Rápidamente, los guardias intervinieron al escuchar los gritos de auxilio de Elio:— ¡Maldita bastarda! Por más que tus padres te reconozcan, para nosotros eres una mala semilla — La furia de Gian era evidente mientras sostenía a su hermano herido en brazos.
Nadie podía calmar a la princesa, era como sostener a una bestia salvaje a punto de masacrar a sus enemigos. La única manera en que se tranquilizó fue cuando llegó su padre, el rey, junto con su tío, que por ahora era consejero del rey.
— ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué tienes heridas en el rostro, Thyra? — Preguntó el rey Ciro al ver tal escenario.
Thyra no sabía qué responder, solo sentía un intenso odio hacia su familia.
— Querido rey, me disculpo por tal atrevimiento, pero su hija... golpeó a mi hermano por un simple capricho — Explicó su primo Gian con falsedad a su tío Ciro.
El rey solo sacudía la cabeza al ver que su hija seguía actuando con inmadurez. Sin embargo, la princesa no se quedó callada y comenzó a defenderse:
— ¿Capricho? ¿Tratarme de ramera y bastarda es un capricho para ti? Si el rey te hubiera escuchado, tu cabe...
Fue interrumpida por su padre, que sentía una profunda decepción al ver la situación.
— Lleva a tu hermano para que lo curen, yo hablaré con mi hija... Querido hermano, discúlpame — El rey Ciro estaba avergonzado por la situación.
Su tío Elián junto con sus hijos obedecieron la orden del rey. Mientras Elián se iba, con amabilidad pidió a los guardias que soltaran a su hija. Ciro no tenía las palabras adecuadas para expresar su molestia, tampoco podía golpear a su hija, simplemente se marchó dejándola sola.
— ¡Padre! ¿Por qué no me defiendes? Ellos me ofenden y dudan de ser tu legítima heredera — La princesa Thyra le reclamó con la voz entrecortada, sintiendo que a su padre no le importaba lo que le sucediera.
Su padre se detuvo un momento en el pasillo y solo pudo contestar:
— Eres mi hija y mi heredera, no tienes que demostrar nada a nadie. Pero deberías actuar como tal... no estaré aquí para siempre, hija.
Sin más que decir, el rey se retiró para ver a su esposa.
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𝐄𝐋 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄 (𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝟏)
Fantasy#𝘓𝘪𝘣𝘳𝘰 1 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘴𝘢𝘨𝘢 𝘥𝘦 𝘌𝘴𝘱𝘢𝘥𝘢𝘴 𝘺 𝘴𝘢𝘯𝘨𝘳𝘦. 𝐒 𝐈 𝐍 𝐎 𝐏 𝐒 𝐈 𝐒: Thyra era la legítima heredera de sus padres, los reyes de las tierras más ricas y prósperas jamás conocidas. Heredera de la fortaleza y sabiduría de su m...