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Thyra era la legÃtima heredera de sus padres, los reyes de las tierras más ricas y prósperas jamás conocidas. Heredera de la fortaleza y sabidurÃa de su m...
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ADVERTENCIA ⚠️, ESTA PARTE DEL LIBRO VIENEN PARTES SENSIBLES QUE PUEDEN AFECTAR AL LECTOR, POR FAVOR LEER CON PREACAUCION.
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𝐂 𝐀 𝐏 Í 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 𝐃 𝐈 𝐄 𝐂 𝐈 𝐒 É 𝐈 𝐒: 𝐋𝐨𝐬 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐚𝐧.
Después de que la reina le explicara el plan a Ivar Dores, dicho guerrero se retiró de sus aposentos con prisa. Thyra, al ver que se había ido, indicó a sus doncellas preparar su bañera con agua caliente.
Ahora solo faltaba que Calista, su leal amiga y hermana, se enterara. Mientras las mujeres limpiaban la sangre de su cuerpo, vio cómo esa agua tan clara se convertía en roja, vinieron escenas de la batalla en su mente: ¿De verdad debo llegar a este punto? ¿Asesinar para que me entreguen mi trono? Pensaba Thyra, intentando no ver el agua completamente sucia, dejando evidencia de su combate.
— Dejaré la ducha hasta aquí, otro día me relajaré. Terminaré de vestirme por mí misma — Indicó la joven, saliendo de la ducha completamente desnuda, para así secar su cuerpo y vestirse rápidamente para encontrar a Calista.
El cuerpo de la reina Thyra era delicado, pero no era delgada, tenía una contextura normal, actualmente estaba llena de moretones y heridas por la batalla, esas marcas arruinaban lo elegante de su complexión.
Las doncellas le dieron un vestido mayormente cómodo. No un vestido extravagante, pero era el favorito de la reina Thyra:
— Con este vestido, puedo moverme fácilmente y hasta matar a un hombre si lo deseo — Les comentaba la reina Thyra a las jóvenes.
Ellas se miraron entre ellas, afirmando sin dudar a la reina.
Cuando terminó de alardear, para tener su mente un poco más ocupada, se dirigió hacia el muelle, donde estaban los navíos de Calista. Sus pasos eran rápidos, que ni los mismos guardias que debían protegerla le podían seguir el ritmo.
