Capitulo 23

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Capitulo 23

Me estaciono y bajo del auto, enojada.

- ¿Qué demonios haces aquí?

- ¡Uf! Qué carro. Pensé que no te interesaban estas cosas.

- Te lo preguntaré una vez más, ¿Qué haces aquí?

- ¿Así es como saludas a tu cuñado? - responde Diego mientras mira fascinado mi auto.

- ¿Dónde dejaste a mi hermana y a mi sobrino? - Finalmente, me mira y se acerca a mí.

- En casa, donde deben estar.

- Si la única cosa que me une a ti no viene contigo, creo que no tenemos nada de qué hablar. - Me giro para entrar a mi departamento, pero Diego me detiene con su mano.

- No tan rápido, muñeca... luces tan encantadora como siempre.

-Suéltame o empezaré a gritar.

-Tranquila, no creo que te convenga hacerlo.

Logro zafarme de él y lo encaro.

- ¿Qué quieres, Diego? Me queda claro que esta no es una visita familiar. Habla.

Él suelta una pequeña risa.

-Tienes razón, esta no es una visita familiar. Quiero hablarte de negocios.

-¿De negocios? - pregunto, confundida.

-¿Qué pasaría si a la prensa llegara la tórrida historia del trío amoroso del que fue parte la novia actual del famoso millonario Aaron Ferrec? ¿Qué pasaría si confieso frente a las cámaras que sigo enamorado de ti...?

-¿Qué? Estás loco. No te atrevas a amenazarme. - le grito, mientras él solo ríe.

-Qué escándalo, ¿no lo crees? ¿Qué pasaría si esa información llegara a manos de tu hermana embarazada?

-No eres capaz de hacer eso.

-¿Quieres averiguarlo...?

Mi corazón comienza a acelerarse y, de inmediato, mi mano estalla contra una de sus mejillas. Él toma mis manos fuertemente.

-No entiendo por qué haces esto... No te bastó con haberme roto el corazón. Además, tú tienes dinero. Ahora administras las empresas de tu familia.

-No es algo que a ti te importe. Si no quieres que esta boca hable, tendrás que darme mucho dinero. - dice, mientras suelta bruscamente mis manos y se soba la mejilla.

-¿Qué? ¿De dónde piensas que voy a sacar dinero? - Diego se acerca al auto y lo toca, mirándolo detalladamente.

-Me imagino que esto fue un regalo del imbécil de tu novio.

-Olvídalo. No te daré ni un centavo de él.

-Haz lo que quieras, pero si le dices algo al idiota ese sobre esto, tu hermana sufrirá las consecuencias. Mañana me comunicaré contigo para darte la cuenta donde lo depositarás. Es momento de mirar esa cuenta que te abrió tu padre. Tu hermana dice que al menos hay medio millón de pesos ahí...

Diego sube a su auto y se va, dejándome en medio de la calle. Comienzo a llorar. Definitivamente, fue un mal día. <<< ¿De dónde sacaré esa cantidad? >>> Entro a casa un poco asustada. Para mi fortuna, mis amigos están ahí sentados viendo televisión. Ambos se levantan de inmediato al verme llegar.

-Andy, ¿qué te pasó? - preguntan mis amigos.

-¿Vienes sola? ¿Dónde están tus gorilas? - pregunta Saúl, asomándose por la ventana.

FerrecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora