Capítulo 26
De camino a casa, decido llamar a las únicas dos personas que pueden darme una respuesta.
-¿Andy, eres tú? ¡Oh, qué alegría me da que me llames! Me alegra escuchar de ti - dice el Sr. Evans al otro lado del teléfono.
-Hola, siento no haber llamado antes, pero no estaba lista. Incluso ahora no estoy muy segura.
-Bueno, eso no importa mucho ahora. De verdad me alegra que llames y escuchar que estás bien. Sabes que siempre puedes llamar a este viejo, estaré ahí cuando lo necesites.
-Gracias, y me alegra que diga eso, porque necesito un favor.
-Claro, dime, ¿para qué soy bueno?
-Necesito que me acompañe a un lugar.
–Mmm, será difícil... Aaron me tiene con un guardaespaldas siguiéndome las 24 horas del día. Incluso el gorila está parado frente a mí en este momento - no sé por qué, pero me causa gracia lo que me acaba de decir.
-Bueno, confío en que podrá ingeniárselas. Ese talento para fugarse es innato, no puede quedarme mal. En 20 minutos estoy fuera de su casa en un taxi.
-Llamaré a Maximiliano - dice entusiasmado.
-Él ya nos está esperando - digo divertida.
Sé que a donde lo llevaré probablemente pueda terminar peor, pero tengo que arriesgarme.
20 minutos después, llegué a la casa de los Ferrec. Miro a todos lados buscando al Sr. Evans. De repente, llaman mi atención dos ancianos discutiendo detrás de un árbol. Parecen estar peleando por un espacio detrás de un enorme árbol. Le pido al taxista acercarse a ellos, bajo mi ventana y les hago señas de que suban. Suelto una carcajada una vez que están arriba del taxi.
-Ves, te dije que buscaras otro lugar para esconderte - indica el Sr. Evans.
-Yo llegué primero, tú debiste esconderte detrás de otro árbol.
-Lo bueno es que llegué antes de que alguien los viera - indico.
Le digo al taxista la nueva dirección mientras siento la mirada de sorpresa de ambos.
-¿Por qué nos dirigimos a ese lugar? - pregunta sorprendido el Sr. Evans. - ¿Es que acaso tienes noticias que debamos saber de esa mujer?
-No exactamente, Mia comentó algo sobre ella y lo que le pasó a Delia.
Ambos se miran sorprendidos.
-¿Entonces lo sabes? - pregunta sorprendido.
-No sé gran cosa, es por eso que vamos hacia allá.
Llegamos después de un rato. Durante el trayecto, el Sr. Evans se mantuvo en silencio, parecía algo pensativo. Le pido al taxista que nos espere y dejo mi caja con todas mis cosas.
-¿Acaso te estás mudando? - pregunta divertido el Sr. Maximiliano. - ¿No te da miedo que te roben?
Le doy un pequeño empujón mientras caminamos hacia el edificio.
-En este punto, le debo más al taxista que lo que pueda tener ahí.
Por suerte, alguien salía del edificio. Entramos como si nada hacia el departamento. El Sr. Evans se detiene antes de salir del elevador.
-¿Qué pasa, amigo?
-Esto no está bien, no puedo ponerte en riesgo, Andy.
-No me está poniendo en riesgo, soy yo la que quiere hacer esto. Vamos, necesito de ustedes.
El Sr. Evans solo asiente mientras camina a mi lado.
-Bien, ¿y ahora con qué abriremos?
Saco de mi bolso un par de herramientas que tomé de la oficina antes de irme. Le indico que vi algunos videos en YouTube de cómo poder abrir una puerta, así que pongo manos a la obra mientras mis secuaces cuidan que nadie nos descubra. Escuchamos cómo la manilla truena y la puerta se abre. Nos miramos los tres sorprendidos. Para ser honesta, no pensé que realmente funcionara. Entramos deprisa al departamento antes de ser descubiertos.
Nos sorprende ver un departamento completamente vacío.
-¡¿Qué demonios es esto?! - exclama el Sr. Evans mientras el Sr. Maximiliano le da una palmada en la espalda.
-Comienzo a pensar que esa mujer es un espejismo. Cuando más cerca creemos estar de ella, nos damos cuenta de que estamos más lejos.
Ingreso a una de las habitaciones en búsqueda de alguna pista que haya podido dejar, pero no hay nada.
-Al final del día, tenía la esperanza de que realmente estuviera cerca de dar con esa mujer. Lamento mucho que hayas terminado con mi hijo. No lo justifico, pero creo que fue lo mejor para ti - escucho al Sr. Evans mientras entra conmigo a la habitación.
-Sí, he escuchado eso - respondo abatida.
-Eleonor era una chica adorable. Fue la primera chica que mi hijo me presentó y con quien realmente lo vi feliz. Él siempre fue serio, distante. Con ella, por primera vez lo vi reír, era tan feliz. Ella trabajaba aquí cuando recién abrimos las oficinas en este país. Un día vino de visita y se enamoró - intentó interrumpirlo, pero me pide que lo deje continuar. - Se iban a casar. Él estaba tan contento, por fin dejaba el pasado atrás, pero ella tenía que volver a aparecer. Eleonor comenzó a tener pequeños "accidentes" - dice poniendo comillas con los dedos. - Le habían llegado algunas notas de amenaza, pero no les tomamos importancia. Aaron le puso seguridad y la llevó a vivir con él. Pero jamás imaginamos que una simple salida se convertiría en una tragedia. Aunque el reporte dice que fue atropellada, dadas las amenazas y que nunca se encontró al conductor, supimos que era ella, la madre de Aaron. Después de ese día, mi hijo se volvió a apagar. Fueron meses muy difíciles para él. Después de un tiempo, supe que salía con mujeres, pero jamás se volvió a involucrar emocionalmente con alguien. Se volvió a encerrar en sí mismo, hasta que llegaste tú a su vida... - me giro a verlo sorprendida. - Lo supe desde el primer día que comenzó a hablar de ti. En su defensa, los Ferrec no solemos ser muy listos en esos temas, pero cuando hablaba de ti, era diferente. Ni siquiera él se daba cuenta de que sonreía nuevamente, tremendo cabezón- le comparto una sonrisa genuina. - No lo juzgues. Tiene miedo de perderte. No está dispuesto a que esa mujer te haga daño. Y para ser honesto yo tampoco, de verdad te aprecio mucho.
Lo abrazo fuertemente mientras le agradezco por sus palabras, algo llama mi atención en el closet, lo suelto y me dirijo hacia ahí, veo un pedazo de papel donde se puede ser a un pequeño niño, el Sr. Evans se acerca a mí mientras me mira sorprendido.
-Es mi muchacho- Toma la foto para corroborar- Esa mujer si estuvo aquí
El Sr, Evans entra al escuchar el grito que dio el Sr. Evans
-Llegamos tarde- indica mientras le quita la foto de la mano a su amigo.
Salimos de ese edificio con más dudas que respuestas, paso primero a dejar al Sr. Maximiliano a su casa, el Sr. Evans me pide dejarlo una cuadra antes, ya que si es sorprendido dirá que solo salio a caminar, así lo hago intento calmar mi ansias de ir a buscar a Aaron,
Llego a casa por fin, me sorprende ver que el auto que vigilaba mi apartamento ya no está, entro a casa, mis amigo ya están ahí, un poco inquietos porque no tener noticias de mi en todo el día, después de tranquilizarlo y de cerciorarse que estoy bien, me dedico a contarles todo lo que descubrí.
-Ahora todo tiene sentido- indica Sofi
-Y que harás amiga ahora que sabes todo esto- pregunta Saul
-Alejarme- ambos me miran sorprendidos- Amo tanto a ese hombre que sería incapaz de causarle un dolor como el que la muerte de Eleanor le causó en él- Saul se mueve incómodo- ¿Qué pasa Saul?
-Él no lo está pasando bien Andy, hoy que llegó y vio que tus cosas no estaban se encerró, no lo volvió a salir.
-Él decidió alejarme de él, en lugar de enfrentar esto juntos, no puedo forzarlo a estar conmigo.
Ambos me abrazan mientras las lágrimas comienzan a salir.
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Ferrec
RomanceFerrec ¿Por qué sigues aquí? Sinopsis El multimillonario Aaron Ferrec es un empresario francés frío, calculador y arrogante, considerado uno de los soltero más cotizado, y conocido también por salir con una mujer diferente todas las noches, él jamás...