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Si hablamos de los raros sentimientos de Kim hacia el molesto Bahng, todo sería un extraño torbellino de emociones.

Ni siquiera entendía si lo odiaba, o si lo amaba. Aunque estaba seguro que la respuesta era la primera.

El hecho de hacer el trabajo con Jullie lo dejó con más dudas de las que tenía, pues la chica se la pasó de psicóloga tratando de hacer razonar a Seungmin.

Eso era tan jodidamente molesto, porque Seungmin no quería saber lo que sentía por Christopher. El quería odiar a Christopher, quería odiarlo más de lo que su absurdo y dulce corazón le permitía, quería sentir odio de verdad y no odio del que esconde sus sentimientos verdaderos. Solo quería vivir su vida como un adolescente normal¿Por qué era tan difícil para el? ¿Por qué tenía que estar entre gays subnormales?. Estaba tan traumado con la homosexualidad de sus amigos que hasta incluso creía que Jullie era lesbiana por como hablaba de Natty, su amiga. Aunque la entendía, Anatchaya Suputhipong era afrodita en persona, además de ser un amor.

Pero la jodida Natty no importa ahora.

Desde hacía media hora, Jullie estaba hable y hable del maldito Christopher y que supuestamente, Seungmin se sentía atraído por el castaño. Que estupidez.

—Jullie, cierra el pico, por favor.

—Oh vamos, me dices eso porqué sabes que tengo la razón– Si ¿Cómo hacía Jullie para saberlo todo?.

—No, Jullie, no tienes razón– Seungmin puso los ojos en blanco —Nunca sentiría atracción por un viejo como el ¿Tú acaso lo viste? Tiene unos horribles ojos cafes, su nariz grande, su estúpido y suave cabello negro que me encantaría tocar, sus malditos labios pomposos...– Seungmin se calló ante la sonrisa pícara de Jullie —No, Jullie, no–

—¡Te gusta!

—no.

—¡Lo amas! Son novios, se aman- – Gritó Jullie llamando la atención de ChaeWon.

—¿A quién amas Min?– Se metió la rubia en la conversación.

—Amo a tu silencio ChaeWon– Respondió sarcásticamente —Vuelve a tu cuarto, no molestes hoy.

—Ya veo– asintió —Me voy.

—¿En qué estaba?– puso una mano en su barbilla tratando de recordar —aj sí ¡Son novios, se aman, se besan, se pasan el chicle, se tocan las c- –

—cállate Jullie–

—Seungmin, por más que quieras negar que te atrae Christopher, es imposible negar lo obvio. Lo miras como un estúpido embobado, y cuando te mensajeo hace un rato no podías dejar de sonreírle al teléfono– Sonrío acercándose al menor —No es como que disimules mucho–

—¿Por qué crees que el me escribió y no...No sé JiSung, Jeongin o Felix?–

—No es como que no sepas que tus amigos salieron al centro comercial sin tí– Que ni siquiera se lo recuerde.

—¿Y qué tiene que ver? Ellos podrían escribirme para invitarme ahora o para contarme algo–

—Sabes bien que no lo harían– Dios, Jullie ¿Por qué sabes tanto de la vida de Seungmin? ¿Por qué sabes lo que más le lastima?.

—No tengo tiempo...

—Si no tienes tiempo...¿Cómo es que me dijiste para venir a pasar el rato?–

El "nunca tienes tiempo" o el típico ”nunca te permiten salir" se volvió la típica excusa de sus amigos ante el no invitarlo a sus salidas. Porque aunque el principio del año parecía funcionar a la perfección sus salidas de cuatro, hace un tiempo ellos dejaron de invitarlo a estas. Y sí, dios, se sentía terriblemente mal, porque nunca creyó que sus amigos lo excluirán de una forma tan repentina, si ellos eran su único soporte emocional, y los únicos que habían visto casi todas sus facetas.

F-R-I-E-N-D-S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora