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Los cuerpos chocando contra el mío junto a la sensación de elevación, da una sensación extaciante, las figuras a mis lados han perdido por completo la forma de un cuerpo humano siendo remplazados por figuras al asar llenas de colores.

E perdido por completo la sensación de ser observada todo el tiempo, que ahora es remplazada por una relajación indescriptible. En palabra convencionales es como estar volando, pero para mí no es nada más que libertad, como una paloma que es sacada de su jaula y que porfin puede ir a dónde ella quiera.
Para algunos mi forma de buscar la libertad era enferma y aberrante para mí no era nada del otro mundo, nada que no pudiera hacer cualquier persona nada que la mayoría de jóvenes de mi edad no hicieran.

Siento una par de manos posarse en mi cintura así que volteo, soy incapaz de percibí quien es o como se ve, así que continuo meneando mi cuerpo alrededor del suyo, sus manos suben y bajan por mi cuerpo de una manera que da a entender que es una persona experimentada. Se acerca a mi oído y murmura un par de palabras que no logro descifrar bien pero por su tono de voz deduzco que es una chica, así que, asiento de manera entusiasta. Ella me toma de la mano y me conduce a la salida, la escucho ordenar algo para después conducirme a algún auto.

En el auto pude apreciar un poco más su físico, es un poco más alta que yo, cabello corto oscuro y un poco ondulado, parece tener un par de pechos un poco más grandes del promedio, e ir malditamente rápido cosas que al hacia lucir sexi.

Una vez detenido el auto me ayudó a salir entramos a un edificio y subimos al ascensor, una vez en el apartamento ella se abalanza sobre mis labios, los muerde, besa y chupa, mientras yo trato de desabrochar su vestido.

- No seas tan desesperada, tenemos toda la jodida noche.- repitió ella, y yo solo puede pensar en que voz tan sexi tenía.

Despierto por el sonido de mi teléfono trato de buscarlo en la mesita de noche pero no lo encuentro por lo que me siento en la cama y me llevo la gran sorpresa de que esté no es mi cuarto además de que hay una mujer durmiendo a mi lado.

- Mierda.- murmuré observándola, pero que puedo decir está no sería ni la primera ni la última vez que despertaría en este estado.

Trato de levantarme pero el dolor de mis piernas no me lo permitió, espero un momento y vuelvo a intentarlo está vez lo consigo, encuentro mi ropa y bolso en un sillón frente a la cama, una vez vestida dejo un par de billetes en la mesita de noche alado de ella y salgo del apartamento. En cuanto salgo del edificio veo a piyi mi guardaespaldas esperando afuera por lo que me dirijo hacia el.

En el auto lo primero que hago es ver quién me llamaba y le regreso la llamada.

Llamada:

- bueno- dije en cuanto contestaron el teléfono

- donde carajos estás Olivia-

Carajo suena enojado.

- Buenos días para ti también papá, y respondiendo tu pregunta estoy terminando de hacer ejercicio, por?-

- Sabes que no me gusta que me mientan Olivia-

Si está enojado.

- No te estoy mintiendo-

-Aja, bueno te espero en mi oficina-

-Llego en 30 minutos, querido padre-

Escuche un suave pitido, me colgó.

- ¿A dónde la llevo señorita?- preguntó piyi.

- A casa, y después a la empresa. - dije soltando un pequeño suspiro.

El viaje fue silencioso, demasiado para mí gusto.









Hola, bueno está es mi primer historia así que puede que tenga faltas de ortografía aunque trato de leerlo varias veces puede que se me pase alguna así que si ven alguna les agradecería que me lo dijeran.

Así como que me dijeran que les parece la historia, para así poder mejorar cada vez más.

Bueno, besitos a todos y todas.😘😘 😘

Una nueva era.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora