Olivia...
No había podido dormir, y estaba segura que debía verme horrible, el no había venido en ningún momento de la noche. Escuche la puerta abrirse así que gire de inmediato topandome con mi hermano.
- Cuando llegaste?- dije confundida.
- Anoche, Iván dijo que te sentías mal y que era mejor dejarte descansar. - dudo un segundo pero continúo hablando.- Te ves horrible.-
- Dime algo que no sepa.-
- Bueno te dejo para que intentes verte más decente.- dijo saliendo de la habitación tirando un beso.
Me bañe tomándome mi tiempo para después vestirme e arreglarme lo mejor posible aunque en verdad no tenia ganas de nada. Después de eso baje y encontré a todos reunidos en la mesa.
- Buenos días. - dije, dejando un beso en la mejilla de mamá en señal de saludo.
El desayuno fue tranquilo y en cierta parte aburrido o por lo menos para mí. Cuando acabo, me dirijo hacia Iván.
- Podemos hablar. - Volteo a verme seriamente. - A solas. - asintió y me hizo una seña para que lo siguiera a su despacho.
- Y bien, de que quieres hablar.-
Iván...
La mire esperando que comenzará a hablar. Cuando menos me lo espere ella se acercó a mi y me soltó una bofetada, joder era la segunda vez que me pegaba y en lugar de enojarme con ella solo lograba excitarme.
- Eso fue por encerrarme en esa estúpida habitación. - dijo enojada señalando hacia mi. - Y no te atrevas a volver hablarme de la manera en qué lo hiciste anoche. Ni se con que clase de mujeres estuviste antes, pero espero que te quede claro que sí te atreves a volver a hacer algo como eso no creas que me quedaré como si nada. -
- Siempre y cuando no te atrevas a ver otro hombre que no sea yo, no pasará nada.-
- Jajaja, que te quede claro una cosa, yo puedo hablar con quién se me de la gana. - la mire desafiante. - Responde, carajo ¿ Entiendes?-
- Por supuesto que sí cariño.- murmuré embelesado con lo sexi que la hacia lucir esa actitud dominante.
Tomé uno de sus muslos e hice que se sentará sobre mi regazo, tome su rostro y lo acerque al mío para besarla de manera ruda, al principio ella no movió sus labios pero después de un rato por fin cedió, mis manos viajaron a sus muslos subiendo su falda, ella se separó para tomar aire mientras yo sequía subiendo mis manos hacia arriba llegando a su feminidad por encima de su ropa interior, ella quitó mi mano y empezó a rozar nuestro sexos por encima de de la ropa. Haciendo que ambos gimamos.
De un momento a otro ella paro y camino a la salida no sin antes guiñarme el ojo antes de salir. Dejandome allí con una terrible erección.
Nunca nadie había me había dejado con las ganas y ella ya lo había echo dos veces, era frustrante para mí el hecho de no tener sexo en tanto tiempo pero no podía buscar a nadie más por qué ni funcionaba con nadie más que no fuera ella.
Pero al parecer, no era algo que me consederia tan pronto. Olivia sin duda era una mujer imponente, inteligente, y eso es uno de sus principales atractivos, por lo que no era raro que algún hombre e incluso una que otra mujer la mirara, pero no creí que me jodiera tanto.
Mi teléfono comenzó a vibrar dejando ver una llamada de Alfredo.
Llamada.
-Que quieres.
-Hey tranquilo, solo marcaba para decir que mañana tienes que ir al club.
- Pará?
- Como que para, pues para tu despedida de soltero pendejo, a y no te preocupes que Gris, ya le organizó una a la cuñada.
- No va a ver ninguna de esas mamadas.
- No es pregunta, hermanito.
El colgó antes de que pudiera replicar.
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Una nueva era.
Non-FictionQue pasaría si por un trato, te terminas casando con Iván Archivaldo Guzmán, así es un de los hijos de el chapo Guzmán. Pues esto es lo que paso a Olivia hija de uno de los mafiosos más importantes de Italia