Siempre hablan de cómo el villano consigue a la chica. pero nunca, de cómo una chica cautiva a un villano.
Una mala decisión llevo a un encuentro, que partió en dos mi vida.
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"La próxima vez que vengas conmigo será porque quieres amanecer aquí."
"Te das demasiado crédito para ser un desconocido."
"Apostemos lo que tu quieras, linda."
Revivo su sonrisa en mi memoria diciéndome aquellas palabras y no puedo evitar saborear de nuevo la mezcla de Jagermeister y ginger ale junto a los destellos de cerveza que encontré en sus labios o esas notas amaderadas de almizcle de su colonia sobre la almohada.
Tenía razón, así fue.
La primera vez me dije a mí misma que sería un reto, quería comprobar que ya era capaz de estar con alguien más y pasar la página, que estaba curada y no habría ninguna consecuencia.
Era una noche nada más, nada importante.
Me convencí mientras platicábamos en la barra de aquel bar, me juré a mí misma que no me interesaba quién era él y estaba muy segura que tampoco le importaría cuando despertara y se diera cuenta que emprendí la huida.
Mentí, en el fondo acepte irme con él porque me gustó y no sólo eso, también debía reconocer que disfruté el encuentro, por eso justo como me lo advirtió, volví una vez más y también la que le siguió antes de marcharse a Londres.
Es difícil mantener la llama viva de lo que sea que está surgiendo entre nosotros en todos estos meses.
Desde luego pienso que Rhys es genial, siempre busca la manera de hacerse presente, ya sea con detalles pequeños, un mensaje aquí o allá, hasta compensarme con antojos de delivery para cenar; hemos mantenido largas conversaciones de cosas triviales, nuestro día hasta otras más profundas. Nos quedamos hablando hasta muy tarde con todo y la diferencia de horarios, en una ocasión me quedé dormida con la cámara encendida.
Y por todo eso estoy convencida que hay algo especial en él.
No sé lo que estoy sintiendo pero no quisiera ponerle un nombre, no al menos hasta no verlo de nuevo.
Cuando lo tenga frente a mí sabré si esto que siento es mútuo; ya sé que le gusto lo suficiente como para hacer el esfuerzo de buscarme, pero ir más allá en estas circunstancias no es tan fácil, siempre he pensado que una relación a larga distancia no es algo que pueda ser sostenible.
Nunca he vivido algo así, vaya ni siquiera soy muy experimentada, supongo que por eso me va como me va en el amor.
No quiero pensar demasiado en como será nuestro reencuentro, no quiero hacerme ilusiones, podría equivocarme.
Esta mañana no encontré un mensaje suyo, tampoco hablamos anoche, quizá debe estar muy ocupado preparando la gira, o tal vez no era buen momento, ya veremos.
Lo que sí puedo decir es que muero por verlo, por darle un abrazo largo y saber que demonios está pasando dentro de mí ahora que todos mis pensamientos parecen girar en torno a su nombre.
