Flashback.
Todo fue tan precipitado al principio de esta historia que me sorprendió que mis padres me creyeran cuando les dije que estaba loca de amor y viviríamos juntos. Era la decisión más descabellada que había tomado en toda mi vida pero nada podían hacer si ya era mayor de edad.
El gran día llegó y me levanté muy temprano ya que me tocaba abrir la cafetería y descargar los suministros. Había dormido muy poco por estar haciendo las maletas, aunque sólo llevaría lo indispensable la idea de irme a vivir a un lugar que jamás había visto y con un hombre que ni siquiera conozco, me daba un poco de ansiedad.
Seguía tomando nota de todo lo que descargaba para no equivocarme, no podía darme el lujo de que me echaran cuando estaba por pagar la colegiatura de la universidad. Hacía mi mayor esfuerzo para no quedarme dormida pero la cabeza me daba vueltas con tantos números; me frotaba la frente deseando terminar cuando se abrió la puerta del almacén y mi compañera de turno entró con una sonrisa que yo conocía muy bien.
-A que no adivinas quién está afuera.
-Ahorita no tengo cabeza para adivinanzas, Rose.
-Una pista, ¡viene a verte a ti!
Me levanté enseguida y me acomodé el uniforme. Su sonrisa se transformó en burla.
-Obvio tonta, es el mismo chico guapo que viene a secretearse contigo.
No supe ni como pero salí tan rápido al área de servicio y lo primero que vi fue su cara; me encontré con sus ojos castaños y desvié la mirada a esa barba ligeramente crecida que enmarcaba su mandíbula, luego como de costumbre a su atuendo llevaba puesto un traje azul oscuro que le quedaba a la medida.
Me llamaba la atención que nunca sonreía ni para saludar, la misma expresión estoica e impenetrable, debía ser porque esos no eran los lugares donde acostumbraba moverse.
Me acerqué enseguida y me recibió con un saludo seco pero sincero.
-Hola- su voz era el rumor de un día soleado y sus ojos recorrían mi apariencia sin cesar, ojala supiera qué estaba pensando.
Sonaba tan impersonal esa palabra en sus labios, sin ningún ademán ni emoción, tuve que detenerme en el último minuto para no darle un beso en la mejilla como acostumbraba con todas las personas.
-¡Hola Jacob!- los segundos de espera por una respuesta siempre se me hacían eternos.
-Solo venía para recordarte que esta noche haremos la mudanza, espero que ya tengas todo listo.
-Sí, de hecho anoche me dormí tardísimo organizando las maletas. Llevaré sólo lo indispensable para no darte muchas molestias- sonreí nerviosa.
-Eso no es un problema. Te veo más tarde.
Asentí con la cabeza y antes de que pudiera terminar de hilar mis pensamientos y decir algo más, él ya había salido de la cafetería.
Puntualmente pasó por mí como acordamos, allí en casa de mis padres recibió un sermón digno de una misa dominical de parte de mi papá y un apretón de manos que estoy segura lo dejó adolorido, aunque normalmente papá era un hombre muy apacible siempre que se trataba de mí actuaba sobreprotector por ser su única hija.
ESTÁS LEYENDO
Forever. You said.
RomanceSiempre hablan de cómo el villano consigue a la chica. pero nunca, de cómo una chica cautiva a un villano. Una mala decisión llevo a un encuentro, que partió en dos mi vida.