Siempre hablan de cómo el villano consigue a la chica. pero nunca, de cómo una chica cautiva a un villano.
Una mala decisión llevo a un encuentro, que partió en dos mi vida.
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Habían pasado días desde esa noche, las cosas se estaban poniendo raras o yo lo sentía así, por eso trataba de evitar su presencia, pasaba sólo el tiempo necesario en esa casa y había comenzado a aislarme con el pretexto de que estaba en exámenes y no podía darme el lujo de perder la mitad de la beca.
Él se ofreció a pagar mi colegiatura pero lo rechacé, el compromiso de continuar por mi cuenta era algo que me motivaba a esforzarme para aprobar todas mis clases.
Rehuía el contacto con él en la medida de lo posible. Estaba muy estresada porque todo se estaba juntando, en dos días sería mi cumpleaños y este año todo había cambiado para mí.
No era el mismo entusiasmo, apenas acepté lo de hacer una reunión en casa de mis padres, algo muy pequeño.
Por si fuera poco tenía sólo una semana más para analizar mi situación no es que cambiara mucho pero, saber que firmaría un papel donde legalmente estaríamos juntos, eso me ponía muy nerviosa. Era muy tarde para arrepentirme.
Toda la semana estuve fuera.
Pero mi mente trabajaba en bucle con los mismos pensamientos.
Una parte de mí se preguntaba que había estado haciendo él mientras tanto y la otra, estaba casi segura que tenía entretenimiento asegurado ahora que "su amiga" había vuelto a la ciudad.
Lo vi de reojo esta mañana al salir de la casa, me pareció escucharle decir mi nombre pero preferí irme de largo sin dirigirle la palabra.
Llegó el fin de semana y mis amigas y yo decidimos hacer algo tranquilo para relajarnos. Necesitaba distraerme.
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El lugar era agradable, los tragos iban por cortesía de la casa, el Dj tenía un buen set y yo sólo necesitaba relajarme. Por eso decidí venir a la inaguración del nuevo club nocturno.
Mientras terminaba mi segundo martini encendí el cigarro, aunque estabamos en un área vip apenas distinguía las voces de mis amigos, no sabría identificar qué decían, mi mente estaba lejos, ni siquiera podría decir dónde.
Las luces neón cubrían todo, sabía que la gente se movía a ritmo de la música, pero yo solo veía figuras distantes, ni él excesivo ruido me sacaba de mi laberinto.
