RONIN

CAP 112

Mau y Midoriya tomaron caminos separados después de que Mau no pudiera vaciar la billetera de Midoriya, pero sí le hizo un hueco importante. Gastó cuarenta mil yenes en una comida, no era de extrañar que Mau se volviera ilegal, nunca podría ganar suficiente dinero para alimentarse si no...

"Espera..." Midoriya dejó de caminar justo afuera de su apartamento. "... ¿No dijo que no tiene hambre cuando está emocionado? ¡Ese idiota! ¡Realmente solo estaba tratando de deshacerse de todo mi dinero!"

Por muy tonto que fuera el tipo, había que decir que tenía agallas. ¡Midoriya le daría la pelea que tanto ansiaba la próxima vez, de eso estaba seguro! ¡Iba a gastar cada yen que gastara en ese gran idiota!

Estaba enojado, pero se reía, así que Mau hizo algo bien al menos. Entró por la puerta principal con una gran sonrisa y le dio un abrazo a su madre al pasar.

—¡Hola Izuku! ¿Estás disfrutando de tus últimos días de vacaciones? —Sonrió mientras él se alejaba rápidamente, dándole un segundo para intercambiar sonrisas.

"Creo que sí. ¡Pero mañana es un gran día, tengo que irme a dormir temprano!"

"¿Tienes que terminar de prepararte para tu pequeño viaje de campamento?" El pequeño viaje de campamento que era tan pequeño como Tokio, en el que participaba una de las escuelas de héroes más grandes del mundo. Un viaje de campamento bastante pequeño, hasta donde él sabía.

—Sí, ¡conseguiré más información mañana! Pasaría por UA mañana como Ken, pero llamaría con antelación. No era un idiota como Nezu, que aparecía cuando le daba la gana. Iría después de consultar con All-for-One y traer los artículos finales para recibir las piezas de las últimas armas que quería fabricar.

Con ese pensamiento, revisaría el último artículo ahora. Deseándole buenas noches a su madre, entró en su habitación y la selló detrás de él antes de dirigirse a su armario. Enterrado debajo de toda la vieja mercancía de héroes que aún no había vendido, justo frente a la pared del fondo, había un pequeño paquete con su último artículo, o artículos si se estaba hablando técnicamente. Tenía muchas partes, y esta noche lo terminaría. Sacó la caja y la dejó en su escritorio, sacando los materiales.

Un extraño abrigo negro. Uno de los últimos artículos que le pidieron que hiciera, pero no hizo solo uno. El primer abrigo era para alguien alto pero delgado, mientras que el segundo estaba hecho para una persona mucho más grande. No estaba seguro de qué peculiaridades les pondría All-for-One, pero deberían ser regalos útiles para la defensa de sus importantes agentes. Según su experiencia, la defensa era genial, especialmente cuando te olvidabas de ello y te dislocabas el hombro al disparar tu propia arma.

Tuvo algunas prácticas y algunos contratiempos mientras las hacía, pero ahora todo estaba hecho y resuelto. Todo lo que Midoriya tenía que hacer era llorar por lo mucho que le dolían las manos por tanto trabajo, irse a la cama e ir a ver a la gran papa una última vez antes de irse a supervisar a unos mocosos. Se preguntaría qué podría salir mal, pero al menos eso había aprendido de sus errores pasados.

Al final, Midoriya se fue a dormir temprano, y por una buena razón. Se levantó con el sol, revisó los abrigos y realizó algunos ajustes de último momento para asegurarse de que todo estuviera perfecto. Salió a desayunar rápido, pero los nervios le estaban quitando el apetito. Todo eso hizo que se fuera más rápido.

Fue a la escuela secundaria Ishiyama para darles los toques finales a las chaquetas, asegurándose de que las costuras y los cordones estuvieran bien. Además, cambió ambos abrigos de una caja de cartón de aspecto normal a dos cajas mucho más elegantes y presentables para cuando los entregara. Quería dejar una buena impresión, después de todo, era la última vez que se verían en mucho tiempo.