0 | PRÓLOGO

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Todos somos diferentes y, a pesar de nuestras diferencias, nos necesitamos mutuamente. Aunque ya había comprendido esto antes, fue hasta que te conocí que logré aceptarlo plenamente.

En la actualidad, pocos comprenden verdaderamente lo que significa amar (yo solía ser uno de ellos) y aquellos que aman de verdad encuentran difícil explicar o describir ese sentimiento (ahora soy uno de ellos). Creo que he descubierto el amor, aunque no lo entiendo completamente. Si nunca logramos definir el amor, siempre recurriremos a filosofías. La mía se basa en las diferencias.

Para quienes creen en los signos zodiacales: Tauro ama los vegetales y a Piscis; Piscis odia los vegetales pero ama a Tauro.

En el mundo del anime: Meliodas amó a Elizabeth en todas sus vidas, a pesar de sus orígenes, al igual que Tomoe y Nanami, o Inuyasha y Aome.

En la literatura clásica: Romeo y Julieta, Scarlett y Rhett, Ernesto y Ilda.

En la literatura moderna: Jack y Jenna, Klara y Kang, Stella y Will, Poe y Alena.

En mi familia: mi abuelo, un chico llorón, amó a la presumida de la escuela y hasta el día de hoy siguen juntos; mi padre, un hombre reservado y frío, encontró el amor en una vedette habladora.

Y ocurrió también en nosotros, que sin darnos cuenta en su momento formamos un complemento: el yin y el yang, somos las partes opuestas que forman un todo. La dualidad, el complemento, emitimos esas dos energías contrapuestas que se necesitan, ya que sin la existencia de una, no es posible la existencia de la otra.

NO SON EL UNO PARA EL OTRO || EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora