Koishiteru

Koishiteru 10

CAPÍTULO 10

🌸🌸🏹300 años antes🌘🌸🌸

Era una hermosa mañana de primavera y en una aldea situada en lo más profundo de las tierras del Oeste habitaba una pequeña familia compuesta por una poderosa sacerdotisa, su hija de 13 años y su pequeño cachorro de 2 años.

Esa mañana se habían levantado más temprano de lo habitual pues la mujer de cabellera negra y mirada castaña saldría de la aldea por unos días con su pequeño hijo y dejaría a los aldeanos al cuidado de su hija adolescente quien era también sacerdotisa en entrenamiento pero una muy poderosa, capacitada para proteger el lugar donde vivían.

Midoriko iría a visitar a su pareja y padre de su cachorro pues aunque la mujer estaba emparejada con el poderoso macho ella le había pedido dejarla quedarse en la aldea pues no había quien más pudiera proteger a los habitantes de la misma a lo que el benévolo youkai accedió haciéndola prometer que en cuanto hubiera alguien más que pudiera tomar su lugar no dudaría en llevarla con él a su palacio y ella no objetaría.

Kagome se despedía de su madre y su hermanito pues Ah-Uh, el dragón bicéfalo estaba esperando por ellos en la entrada de la cabaña.

-Es una pena que no puedas venir con nosotros, Kagome, estoy segura que a Touga le encantaría tenerte ahí y más aún el presentarte a su hijo mayor quien ha estado fuera del palacio por largo tiempo- Decía Midoriko acariciando la mejilla de su hermosa niña.

-No te preocupes, habrá una próxima vez pero sabes que debo quedarme pues tengo que estar pendiente de la pequeña Yumiko-chan y también de Ayumi-san que dará a luz dentro de poco- Decía la joven de mirada color cielo.

Midoriko asentía a las palabras de su hija y besó su frente para subir al dragón, se despidieron y el youkai alzó vuelo rumbo al palacio del Lord del Oeste.

La azabache suspiró, realmente le hubiera encantado ver a su padre adoptivo pero tenía responsabilidades con los aldeanos.

Se dio un par de palmadas en las mejillas y comenzó a limpiar la cabaña mientras miraba a su querida Kirara quien se quedó a acompañarla y protegerla.

Una vez acabados los quehaceres en la cabaña, tomó unas hierbas medicinales y salió a revisar a la pequeña Yumiko, una niña de la aldea qué había presentado un cuadro de fiebre.

Salió de la cabaña dispuesta a hacer sus visitas tanto a la niña como a la joven en cinta.

-Todo está perfecto, Ayumi-san. No me sorprendería que hoy mismo dieras a luz, así que si comienzas a sentir los dolores no dudes en mandar a alguien a buscarme- Decía la joven azabache quien estaba con su última visita de la mañana.

-Gracias, Kagome-sama, así lo haré-

La pequeña miko se despidió y salió de la cabaña para regresar a la suya donde su querida amiga Kirara la esperaba.

Saludó a la pequeña gata de fuego y fue por la cesta para recolectar plantas medicinales.

Llamó a su amiga y ambas salieron rumbo al bosque para comenzar con su tarea de abastecerse de hierbas para poder atender cualquier problema que se presente con los habitantes de la aldea.

-Kirara, si ves la hierba que sirve para la piel irritada solo maulla- Dijo Kagome con una sonrisa.

Se iban adentrando cada vez más al bosque pues ahí es donde se encontraban las plantas medicinales con mayores propiedades curativas.