Koishiteru 14

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CAPÍTULO 14






Ese día Sesshomaru se quedó con Kagome y Kirara. 

La joven conversaba con él y el joven Inukami Daiyoukai se dedicaba a escucharla, él había decidido quedarse para protegerla aún cuando sabía que ella era fuerte, se atrevería a decir que poderosa para ser una cachorra aún. 

Así las cosas cambiaron tanto para la joven azabache como para el Daiyoukai, su rutina desde ese día era el hacerse compañía. 

Sesshomaru visitaba a la joven cada 2 días, para él era más que un gusto estar a su lado. Se dedicaba a cuidarla y vigilaba los alrededores de la aldea de posibles amenazas que pudieran dañar a su futura cortejada. 

El tiempo comenzó a correr y en un abrir y cerrar de ojos habían pasado ya 2 períodos de 12 lunas, 2 años humanos. 

Durante ese tiempo Sesshomaru visita a constantemente a Kagome, se dedicó a conocerla cada vez más y él se esforzó por hacer que ella conociera más de él, era un joven demonio de pocas palabras pero por ella se esforzaba en entablar una buena conversación ya que algo que había notado es que a la joven de mirada azul cielo le gustaba hablar bastante. 

El príncipe del Oeste había comenzado a tener sentimientos muy fuertes por la sacerdotisa, no solo porque Yako, su demonio interior había despertado por ella; si no que el conocerla cada día más y el escucharla, el estar a su lado, sin contar con la belleza de la que era poseedora la azabache lo habían cautivado a él y se atrevía a decir que incluso más que a la misma bestia. 

Hoy era el día del aniversario de su nacimiento, la pequeña miko cumplía 15 primaveras y oficialmente iría a pedir su permiso para cortejarla. El peliplateado sabía que ella sentía cierta atracción por él pero eso no significaba que la joven mujer correspondiera a sus sentimientos. 

Miró su gran futón, el Daiyoukai estaba en su habitación preparándose para salir a la aldea, vio el paquete que estaba cubierto con finas sedas; algo especial para alguien especial, era su pensamiento. 

Tomó el obsequio que le daría a la miko de sus sueños y salió de su alcoba para buscar a su padre. También era el día que le diría a su padre que tenía intenciones de cortejar a Kagome. 

—Saldrás, cachorro?—

Iba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que había chocado con su padre de frente, parpadeó varias veces y asintió. 

—Pero antes de irme deseo decirte unas palabras en privado—

El imponente Lord asintió al pedido de su hijo y fueron a su despacho. 

—Y bien, Sesshomaru. Qué deseas decirle a tu viejo?—

Una sonrisa de dibujo en la boca del honorable Señor del Oeste esperando las palabras de su cachorro. 

—Seré directo y aún cuando no estés de acuerdo de todas maneras lo haré—

Touga estaba más que sorprendido así como confundido por lo que su hijo había dicho, sonaba como un desafío y que estaba dispuesto a desobedecer aún si él se negara a lo que sea que fuera a decirle.

Confundido hizo un ademán con la mano para instarlo a su seguir. 

—Tengo intenciones de cortejar a Kagome, hoy mismo pediré su permiso para hacerlo, te lo estoy diciendo porque sé que eres más que celoso con ella como todo padre Inu con su cachorra—

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