ENTRE ESTRELLAS Y SENTIMIENTOS🤍

Capítulo 18: En el Abismo de la Oscuridad

Los días en el hospital se deslizaban en una serie de repeticiones monótonas para Olivia . Cada amanecer parecía igual al anterior: las mismas paredes blancas, el mismo olor a desinfectante, la misma preocupación constante. El constante flujo de médicos y enfermeras, aunque bien intencionado, se sentía como un recordatorio implacable de la gravedad de la situación.

A medida que Jordan avanzaba lentamente en su recuperación, Olivia se enfrentaba a una lucha interna que parecía consumirla. La ansiedad y la depresión estaban comenzando a tomar un control cada vez mayor sobre su vida. Las noches sin sueño se convirtieron en su norma, y la sensación de desesperanza se arrastraba en cada pensamiento.

Una noche particularmente difícil, mientras el reloj avanzaba hacia la medianoche, Olivia se encontraba sola en la sala de espera del hospital. El silencio solo era interrumpido por el suave murmullo de los monitores en la habitación de Jordan. La ansiedad la envolvía como una nube opresiva, y los pensamientos oscuros se agolpaban en su mente.

Se levantó de la silla, caminando de un lado a otro, tratando de sacudirse el sentimiento de pánico que la estaba ahogando. Las paredes parecían cerrarse a su alrededor, y el peso de la situación era abrumador. Se detuvo frente a una ventana y miró hacia el exterior, donde la lluvia caía sin parar. El paisaje oscuro y desolado reflejaba su estado emocional.

—¿Qué está pasando con mi vida? —murmuró, con la voz temblorosa—. ¿Cómo llegué a este punto? No puedo seguir así.

Su mente se llenó de pensamientos autocríticos y sentimientos de culpa. Sentía que estaba fallando en su rol de apoyo para Jordan, que su debilidad y su incapacidad para manejar la situación estaban contribuyendo al sufrimiento de ambos. La sensación de culpa se unía a la ansiedad, creando un ciclo destructivo de desesperación.

Regresó a la silla, se acurrucó en ella y dejó que las lágrimas fluyeran libremente. El llanto era una mezcla de tristeza profunda y frustración, y parecía no tener fin. Sus emociones estaban tan desbordadas que le resultaba difícil encontrar un respiro. La carga emocional era tan pesada que se preguntaba si podría soportarla mucho más tiempo.

En medio de su angustia, se encontró temblando, con el corazón acelerado y la respiración entrecortada. La ansiedad estaba tomando el control, y no podía encontrar una manera de calmarse. Buscó en su bolso algún medicamento para la ansiedad que le habían recetado, pero en su desesperación, los encontró mezclados con otros objetos y no pudo localizarlos de inmediato.

Finalmente, tomó una decisión desesperada y llamó a la línea de apoyo emocional del hospital, pidiendo hablar con alguien que pudiera ofrecerle ayuda inmediata. La voz en el otro extremo del teléfono era calmada y comprensiva, y le ofreció algunas técnicas para manejar la ansiedad en el momento. Olivia se esforzó por seguir las recomendaciones, tratando de encontrar un punto de apoyo en medio del caos emocional.

La llamada fue breve, pero la conversación le dio un pequeño respiro. Aunque la angustia no desapareció por completo, al menos pudo encontrar una manera de calmarse momentáneamente. La ayuda ofrecida le recordó que no estaba sola, que había recursos disponibles y que había personas dispuestas a ayudarla en su momento de necesidad.

Esa noche, después de hacer todo lo posible para calmar su mente, Olivia decidió tomar un descanso y volver a la habitación de Jordan. Lo encontró aún dormido, su respiración suave y regular. Se sentó a su lado, tomando su mano con ternura, y le susurró palabras de amor y esperanza.

—Jordan, te necesito aquí conmigo. Estoy tan asustada, pero sé que juntos podemos superar esto. No puedo hacerlo sola, pero estoy aquí, luchando por ti y por nosotros.

Aunque la ansiedad y la depresión seguían presentes, Olivia se aferró a la esperanza de que la situación podría mejorar. La experiencia la había llevado al límite de su resistencia emocional, pero también le había mostrado la importancia de buscar ayuda y de no enfrentar la adversidad en soledad.

A medida que los días continuaban, Olivia comenzó a asistir a sesiones de terapia para manejar su ansiedad y depresión, con la esperanza de encontrar un equilibrio emocional y fortalecer su capacidad para enfrentar los desafíos. Aunque el camino hacia la recuperación era incierto y difícil, se aferró a la idea de que, con tiempo y apoyo, podría encontrar una forma de superar la oscuridad que la envolvía.

Mientras Jordan seguía avanzando en su recuperación, Olivia se dio cuenta de que su propio proceso de sanación era igualmente importante. La experiencia les enseñó a ambos que, en medio de la adversidad, la búsqueda de apoyo y la resiliencia personal eran fundamentales para superar las tormentas emocionales y encontrar la esperanza en los momentos más oscuros

Este capítulo refleja el dolor y la desesperación que Olivia experimenta debido a la ansiedad y la depresión, mientras enfrenta la difícil situación de la recuperación de Jordan. La narrativa se centra en su lucha interna y su búsqueda de ayuda, subrayando la importancia de la atención a la salud mental en tiempos de crisis.