Capítulo 36: El Regreso del Pasado

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La planificación de la boda de Olivia y Jordan continuaba con éxito. Cada día traía nuevos detalles y ajustes, y el entusiasmo por el futuro era palpable en cada rincón de su vida. Sin embargo, una sombra inesperada del pasado estaba a punto de hacer su aparición y poner en riesgo la felicidad que tanto habían trabajado por construir.

Era un día soleado de otoño cuando Olivia decidió tomar un descanso de los preparativos de la boda y salir a hacer algunas compras para el bebé. Jordan, quien estaba ocupado con reuniones de trabajo, no pudo acompañarla, así que Olivia salió sola con una lista de artículos para su próximo bebé.

Mientras paseaba por una tienda de artículos para bebés, Olivia sintió una presencia incómoda. Miró alrededor, tratando de identificar la fuente de su inquietud, pero no vio nada fuera de lo común. Decidió seguir con sus compras, pensando que tal vez era solo una sensación pasajera.

Sin embargo, la sensación de incomodidad se intensificó cuando notó a una mujer que parecía estar siguiéndola. Olivia, preocupada, intentó no dejar que su ansiedad la controlara. La mujer era de estatura media, con el cabello rubio oscuro y una expresión decidida en su rostro. Olivia se preguntaba quién podría ser y qué motivo tendría para seguirla.

La mujer se acercó finalmente y se dirigió a Olivia con una sonrisa fría. —¿Olivia Córdova? —preguntó con un tono que transmitía una mezcla de desafío y resentimiento.

Olivia frunció el ceño, sintiendo una oleada de ansiedad. —Sí, soy yo. ¿Y tú quién eres?

—Mi nombre es Carla. Carla Sánchez —dijo la mujer con desdén—. Fue la exnovia de Jordan.

El nombre le resultó familiar a Olivia. Recordaba vagamente que Jordan había mencionado una relación anterior, pero no había entrado en detalles. La aparición repentina de Carla y su actitud hostil la inquietaban.

—¿Qué quieres? —preguntó Olivia, tratando de mantener la calma.

Carla sonrió de manera tensa. —Quiero que sepas que no me agradan las sorpresas, y especialmente no me gusta que alguien más esté tomando lo que una vez fue mío. Jordan y yo tuvimos una relación complicada, pero ahora veo que estás en medio de todo esto.

Olivia se quedó en silencio, sorprendida y confundida por la actitud de Carla. —¿Qué estás insinuando?

—Solo quiero asegurarme de que sepas lo que te espera —dijo Carla, acercándose más—. He estado observando y sé que estás esperando un bebé. No quiero que pienses que esto será tan fácil como piensas.

Sin previo aviso, Carla empujó a Olivia, que estaba en estado de shock y perdió el equilibrio. Olivia tropezó y cayó al suelo, golpeándose la panza contra una estantería de productos para bebés. El impacto le dejó sin aliento, y el dolor agudo la hizo temblar.

Carla, con una mirada de satisfacción y enojo, se alejó rápidamente. Olivia, adolorida y asustada, intentó levantarse. El dolor en su abdomen era intenso, y la preocupación por su bebé la abrumó. En ese momento, sintió una ola de pánico y desesperación.

Olivia se levantó tambaleándose y, con el corazón acelerado, se dirigió a la salida de la tienda, buscando ayuda. Un transeúnte se dio cuenta de su situación y la asistió, llamando a una ambulancia mientras ella intentaba calmarse.

La ambulancia llegó rápidamente, y Olivia fue llevada al hospital para una evaluación urgente. Jordan, al recibir la llamada de emergencia, se precipitó al hospital con el corazón en la garganta. Encontró a Olivia en una sala de emergencias, pálida y visiblemente preocupada.

—Olivia, ¿estás bien? —preguntó Jordan, su voz temblando mientras tomaba su mano.

Olivia, con lágrimas en los ojos, le explicó lo sucedido. Jordan sintió una mezcla de furia y preocupación. Su mirada era dura y protectora mientras se preparaba para enfrentar cualquier consecuencia que pudiera surgir.

El médico ingresó para informarles sobre el estado del bebé. La ecografía reveló que, aunque el impacto había causado preocupación, el bebé estaba bien y no había señales de daño inmediato. Sin embargo, Olivia debía reposar y mantenerse bajo vigilancia para asegurarse de que todo estuviera en orden.

El alivio de escuchar que el bebé estaba bien no pudo mitigar el dolor emocional que Olivia sentía. Jordan se mantuvo a su lado, consolándola y jurándole que haría todo lo posible para protegerla.

Después de una noche en el hospital, Olivia fue dada de alta con instrucciones de reposo y cuidado. Jordan y Olivia regresaron a casa, y la preocupación por Carla y sus intenciones se convirtió en una prioridad.

El capítulo cerró con una escena en la que Olivia y Jordan, ya de vuelta en su hogar, se abrazaron con una mezcla de alivio y determinación. La amenaza de Carla había dejado una marca en su vida, pero también había reforzado su compromiso de proteger su amor y su futuro.

Mientras Olivia se acomodaba en el sofá con una manta, Jordan la rodeó con cuidado, decidido a enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. La noche terminó con una promesa silenciosa de cuidarse mutuamente y enfrentar juntos cualquier desafío que el futuro pudiera traer.


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