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Era medio día, el cabaret estaba desocupado y la pista de baile era de ellas, Anahí se encontraba junto a Dulce ensayando para la función de esa noche, Ninel dirigía los pasos de ambas, enseñándole todas las cosas necesarias para hacer un buen espectáculo y agradar a los clientes, siempre había algo nuevo que aprender,

- Ninel: Eso es Cielo, muy bien…
Se acercó a una de las mesas y tomó su botella con agua para beber, desde ahí miró cómo ambas bailaban,
- Ninel: Sirena, suelta más tus caderas, están muy rígidas,
- Anahí: Ya no puedo más,

Dejó de bailar y se sentó en el suelo cansada apoyando su cabeza en sus rodillas,

- Dulce: Yo también estoy cansada,

Se sentó junto Anahí cruzando sus piernas,

- Ninel: Eso les pasa por llegar tan tarde,
- Anahí: Ya no nos retes, el señor ése insistió mucho para que lo acompañáramos,
- Dulce: Sí, y después no nos quería pagar,
- Ninel: Ay niñas, cuántas veces les he dicho que ustedes están aquí para bailar, no tienen por qué hacer cosas que no les corresponden,
- Anahí: Oye, no empieces a imaginar,
La miró,
- Anahí: No hicimos nada malo,
- Dulce: Sirena, no mientas ¿O acaso no te acuerdas del dinero que le sacamos al vejete?
- Ninel: ¿Qué? ¿Le robaron?
- Anahí: Pedimos prestado, es diferente,

Miró a Dulce y ambas se rieron,

- Dulce: No nos quería pagar y estaba tan borracho que ni siquiera se dio cuenta que le sacamos el dinero de la billetera,
- Ninel: Ustedes dos se pasan,
- Anahí: Bueno, da igual ¿Podemos descansar?
- Ninel: Sólo unos minutos, acuérdense que Maite sigue enferma y esta noche también tendrán que hacer dos show cada una,

Maite era la otra bailarina del cabaret, tenía veintiséis años y se hacía llamar Mar. Anahí, Dulce y ella llevaban cinco años de amistad, habían vivido muchas cosas en común y juntas eran las reinas del cabaret. Las tres tenían el sueño de algún día instalarse con su propia academia de baile.

Al terminar de jugar tenis, Alfonso y Christopher se sentaron en las bancas que estaban a la sombra para descansar, el partido había sido agotador y Alfonso ya estaba fuera de práctica, el estudio y su trabajo le quitaba todo el tiempo libre que tenía,

- Christopher: Al parecer estamos perdiendo la costumbre de hacer deporte,
- Alfonso: Así parece,

Tomó agua y recargó su espalda en el respaldo de la banca,

- Christopher: Vas a tener que dedicarle menos tiempo a los estudios y al trabajo,
- Alfonso: Ni pensarlo, este fue un pequeño respiro,
- Christopher: Pero supongo que vas a tener tiempo para salir mañana,
- Alfonso: ¿Mañana?
- Christopher: Sí, no sé si lo recuerdas, pero mañana es tu cumpleaños,
- Alfonso: ¿Estás seguro? Como pasa el tiempo,
- Christopher: Increíblemente rápido, pero no me cambies el tema,
Le dio un golpe en el brazo,
- Christopher: Christian me dijo que sabía de un lugar en donde bailan unas niñas de estas que tienen poca ropa,
- Alfonso: ¿Quieres que yo vaya a un toples? Estás loco,
- Christopher: No es un toples… Creo. Igual podríamos probar, nada se pierde con ir a mirar,
- Alfonso: Yo no voy a esas cosas, tú sabes,
- Christopher: Pero es tu cumpleaños,
- Alfonso: Entonces vamos a cenar con los demás muchachos a un lugar decente, pero no me pidas que vaya a esos antros tan vulgares,
- Christopher: Te propongo algo, vamos…
Alfonso lo miró con mala cara, pero Christopher siguió hablando,
- Christopher: ... Vemos que tal son estas niñas y listo,
Alfonso seguía mirándolo,
- Christopher: Es que yo si quiero ir, pero no sólo con Christian, ya sabes que después se le olvida que está acompañado y si el lugar es malo, quién sabe qué nos pueden hacer,
- Alfonso: ¿Y así quieres que vaya?
- Christopher: Un rato,
- Alfonso: Pero sólo un rato,

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