sirena

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Dulce: Yo que tu aprovecho y me tomo un año sabático,

Anahí llevó dos tazas de café y se sentó junto a Dulce en el comedor, Alfonso se había ido hace un rato,

- Dulce: Alfonso te está dando todas las facilidades,
- Anahí: Si sé, pero nunca he sido floja y me sentiría mal estando aquí mientras él estudia y trabaja al mismo tiempo,
- Dulce: Pero le queda muy poco para terminar la universidad…
Suspiró y sonrió,
- Dulce: Quien iba a decir que terminarías casada con un médico,
- Anahí: Aún no me caso…
- Dulce: Pero te queda menos de una semana,
- Anahí: Seis días,
- Dulce: ¿Estás nerviosa?
- Anahí: Bastante, todo el día tengo un nudo en el estómago,
- Dulce: Pero ya no creo que se note si se casan o no, de todas maneras ya llevan una vida normal de pareja. Lo del civil y la iglesia vendría siendo un trámite,
- Anahí: No es un trámite, para nosotros es importante,
- Dulce: ¿Y quién era la cursi, soñadora y demás?
- Anahí: No me molestes, yo siempre te escuchaba, ahora te tocó a ti,
- Dulce: Por suerte,
- Anahí: Mejor cuéntame si ya te arreglaste con Christopher, ayer los noté extraños,
- Dulce: Sí, esta mañana fue a verme y ya estamos bien,
Sonrió,
- Dulce: Claro que después de la visita de Kuno no quedaban ánimos de pelear,
- Anahí: ¿Qué? ¿Fue Kuno?

Dulce se dio cuenta que había hablado más de la cuenta, no tenía pensado decirle que Kuno había ido, no quería preocuparla en ese momento que tan bien se encontraba.

- Anahí: ¿Y a que fue?
- Dulce: ¿Quién?
- Anahí: Kuno, me acabas de decir que esta mañana…
- Dulce: Para nada, me escuchaste mal, yo en ningún momento dije Kuno,
- Anahí: Dulce, no te hagas, si algo tengo bueno son los oídos. Dime qué es lo que quería,

Dulce suspiró,

- Dulce: Molestar, como siempre,
- Anahí: Supongo que no le dijiste donde vivo,
- Dulce: Claro, lo mandé a Júpiter, pero no sé si me habrá creído,

Anahí se tensó y Dulce lo notó,

- Dulce: No te preocupes, no creo que vuelva,

Anahí la miró, ambas prefirieron no seguir tocando el tema de Kuno, pero desde ese momento Anahí no estuvo tranquila, ya suficiente daño le había hecho y cosas que jamás pensó que podría llegar a hacer, pero ahora sabía que si se lo proponía podía seguir sorprendiéndola… Y no estaba muy alejada de la realidad.

A los cinco minutos que Dulce se fue sonó el teléfono,

- Anahí: Diga,
- Hola amor ¿Y esa voz?
- Anahí: ¿Alfonso?
- Alfonso: ¿Quién más si no?

Anahí respiró aliviada,

- Alfonso: ¿Pasó algo? Estás extraña,
- Anahí: Son ideas tuyas, es que… Estaba durmiendo,
- Alfonso: Siento haberte despertado,
- Anahí: Siempre es bueno despertar con tu voz,

Alfonso sonrió,

- Alfonso: Te llamaba para preguntarte qué llevo para cenar,
- Anahí: Umm, comida China,
- Alfonso: Tus deseos son órdenes, llego en un rato,
- Anahí: Apúrate, te voy a estar esperando,
- Alfonso: ¿Estás segura que no pasa nada?
- Anahí: Segura,
- Alfonso: Bueno… Te voy a creer,
- Anahí: Te amo, que no se te olvide,
- Alfonso: Yo también te amo y no se me va a olvidar,

Ambos colgaron, Alfonso se quedó unos instantes pensando, estaba casi seguro que algo no andaba bien, decidió apurarse para llegar rápido al departamento, pero por más que se apurara ya sería tarde.

El timbre sonó, Anahí pensando que era Alfonso abrió la puerta, al ver a Kuno del otro lado intentó cerrarla, pero él la trancó con su pie,

- Anahí: Ándate,
- Kuno: Abre,
- Anahí: No,