sirena

19

Anahí saltó de la cama, de un brinco llegó a los brazos de Alfonso y se colgó de ellos abrazándolo. Él se quejó un poco y se puso la mano en una costilla rota que aún no estaba recuperada al cien por ciento,

- Anahí: Perdón,
Se alejó un poco de él y caminaron hasta el sillón que estaba a los pies de la cama para sentarse,
- Anahí: Se me olvidó que… ¿Cómo has estado?
- Alfonso: Echándote de menos,
Tomó su cara entre sus manos y la besó, luego pegó su frente a la de ella,
- Alfonso: ¿Y tú?
- Anahí: También,
Lo besó,
- Anahí: Tenía tantas ganas de verte,
- Alfonso: Yo también. Te quiero pedir una disculpa,
- Anahí: ¿Por qué?
- Alfonso: Mis amigos me contaron todo lo que te dijeron,
- Anahí: Ah, pero tú no tienes la culpa,
- Alfonso: En parte sí, me ibas a ver a mí,

Anahí agachó la mirada,

- Anahí: Bueno pero después de todo tienen razón en comportarse así,
- Alfonso: Claro que no, ellos no tienen por qué meterse en mi vida,
- Anahí: Si lo hacen es porque son tus padres y…

Alfonso le levantó la cabeza del mentón,

- Alfonso: Y nada, yo quiero estar contigo y si se siguen comportando así, los únicos que van a perder van a ser ellos, porque yo no me pienso alejar de ti,
- Anahí: Ellos solamente quieren lo mejor para ti,
- Alfonso: Lo mejor para mí eres tú,

Anahí sonrió, pero luego reaccionó, se alejó de él y le dio un golpe pequeño en el brazo,

- Anahí: Nunca más en tu vida vuelvas a darme un susto así ¿Entendiste?

Alfonso se acercó a ella y la abrazó, luego ella se quedó con su espalda apoyada en su pecho mientras él le hacía cariño en la cabeza,

- Alfonso: ¿Es verdad todo lo que me dijiste en el hospital antes que abriera los ojos?
- Anahí: ¿Escuchaste todo?

Se sonrojó, él lo noto y sonrió,

- Alfonso: Desde que sentí que entraste,
- Anahí: Ehh, bueno… Era un momento de desesperación,
- Alfonso: Entonces voy a tener accidentes más seguidos,

Anahí se enderezó y lo miró,

- Anahí: Ni se te ocurra,

Se quedaron un rato más conversando, habían pasado quince días que tenían que recuperar.

Christopher estaba con Dulce sentado en una de las mesas esperando a Alfonso, ambos estaban en silencio, pero las miradas poco disimuladas que Dulce le daba a él lo estaban poniendo nervioso,

- Dulce: ¿Por qué estás fumando?
- Christopher: Siempre fumo,
- Dulce: Pero nunca tanto como ahora,

Christopher miraba a cualquier lugar con tal de no mirarla a ella. Entre ambos todo hasta el momento había estado bien, todo hasta la noche que Christopher había visto a Dulce besando a Memo y se había dado cuenta que le gustaba más de lo que creía. No era un niño, pero sí bastante tímido en dar el primer paso y acercarse a una mujer cuando le llamaba la atención, en cambio Dulce los intimidaba,

- Dulce: ¿Ya te quieres ir?
- Christopher: ¿Por qué lo dices?
- Dulce: Miras a cada rato la hora,
- Christopher: Quiero que Alfonso se apure,
- Dulce: Uy, yo creo que mejor te quedas sentado esperando,
- Christopher: ¿Por qué lo dices?
- Dulce: Se me imagina que se va a demorar,

Christopher se levantó de su puesto y se apoyó en la barra, el lugar estaba vacío. Dulce lo siguió,

- Dulce: ¿Te pasa algo?
- Christopher: Me estás abombando con tanta pregunta,
- Dulce: No te he preguntado nada fuera de lo normal,

Christopher la miró,

- Dulce: Como ya me dijiste que no querías agua ¿Quieres un trago?
- Christopher: No,
- Dulce: ¿Entonces qué quieres?
- Christopher: Esto,