Segunda oportunidad (Hermione Granger)

CAPÍTULO 2

Pov. Axel

El temido día llegó y, en cuanto menos lo pensé, ya estaba en la estación King Cross despidiéndome de mi madre junto con mis hermanas. Ya habíamos dejado los baúles en la zona de carga para que lo subieran al tren y cada vez había más personas en el andén esperando a que dieran las 11 de la mañana, hora a la que salía el tren.

En los rostros de todo el mundo se podía ver la ilusión de volver, claro menos en el mío. Incluso mis hermanas estaban felices de volver a Hogwarts, algunos de nuestros amigos también, pero no era mi caso ya que volver allí era volver a todo lo que ocurrió hacía pocos meses.

Quisiera ser como ellos y estar feliz de volver al sitio que tantos bonitos recuerdos me había dado desde que tenía 11 años. Sin embargo, ahora todo eso estaba opacado por los acontecimientos del 2 al 3 de mayo. 

Quisiera tener la misma ilusión que esos niños que iban a ir al castillo por primera vez para empezar sus estudios y no haber tenido que vivir todo lo que yo viví. Incluso sería bueno si regresara a 1er año donde no tenía preocupaciones y entonces solo me preocupaba llegar tarde a la clase de Macgonagall o que el profesor Snape me regañara... 

No sabía si estaba preparado para volver al lugar donde hubo una guerra y donde vi a muchos conocidos con los que había compartido muchos años de colegio morir o salir heridos. También porque fue el lugar donde casi me mataron a mí en mitad del combate por querer proteger a la chica que amaba... aunque ella no supiera que había hecho tal cosa por ella.

–Podéis subir ya, es la hora–comentó mi madre mirando hacia el tren escarlata donde muchos jóvenes magos empezaban a entrar al tren–os quiero mucho niños.

–Nosotros también a ti–dijo Daphne dándole un abrazo–cuídate mucho mamá.

–Tranquilos, centraros en vuestros estudios y nos veremos en las vacaciones  de Yule–sonrió mirándonos a los tres, pero podía decir que esa sonrisa no era muy real.

Les dio un último abrazo a mis hermanas para que éstas subieran ya al tren y se juntaran con el resto de nuestros amigos. Me quedé a solas con ella con la excusa de decirle un par de cosas de última hora, aunque era más bien para asegurarme de que realmente iba a estar bien.

–Mamá... si pasara cualquier cosa, por favor mándame una carta–le pedí preocupado–no me gusta dejarte sola con todo lo que pasó y en una mansión tan grande.

Tener que dejar a mi madre era, en parte, también una de las razones por las que me había querido quedar en la mansión en vez de volver a Hogwarts. Sin embargo, si yo era cabezota, mi madre también lo era, incluso más que yo, por lo que me acabó convenciendo de que estaría bien sin nosotros... cosa que dudaba bastante.

–Hijo, tranquilo, iré con Narcissa a su casa para apoyarnos mutuamente–me tranquilizó poniendo una mano en mi hombro y la otra en mi mejilla–nos haremos compañía mutuamente hasta que volváis a casa en diciembre.

–Está bien, pero avísame igualmente si pasa algo–insistí y acabó asintiendo para que me callara porque sabía que no lo haría–lo digo en serio mamá, mándame una carta si pasa algo.

–Yo también lo digo en serio hijo, estaré bien–besó mi frente con cariño–pero me tienes que prometer que vas a cuidarte y que te vas a apoyar en tus hermanas si te pasa algo.

–Sí, vale mamá, lo haré–mentí poniendo una de mis sonrisas de niño bueno–acudiré a ellas si lo necesito o si necesito hablar.

–Te conozco bien y sé que no lo harás–rodó los ojos sin perder la sonrisa maternal que nos dedicaba siempre a los tres–pero te vendría bien al menos hablar con alguien en quien confíes sobre tus problemas, así te desahogas.