CAPÍTULO 12

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Pov. Axel

Mi mandíbula cayó hasta el suelo en cuanto mi madre habló. ¿Acaso había escuchado bien o fue solo mi mente? Los ojos no se me despegaban de la mujer en la camilla, la cual empezaba a abrir los ojos con lentitud y sin quitar la mueca.

¿La madre de Draco y la mía... juntas? ¿En una relación de pareja? No sabía lo qué decir, cómo reaccionar... ¿esa era la razón por la que mi madre mandaba cartas tan felices desde hacía unas semanas? Siempre pensé en que mi madre y Cissy eran muy cercanas, después de todos ya se conocían desde Hogwarts, pero no que fueran así de cercanas.

Ya no podía dejar de pensar en qué podría no haber empezado ahora. ¿Qué tal si hubieran estado juntas durante más tiempo solo que ni yo, ni mis hermanas ni Draco sabíamos nada? Al pensarlo, la verdad es que algunos comportamientos cuadraban... pero nunca lo vi porque la veía bien al lado de mi padre, al menos hasta la guerra.

Levanté la cabeza de mi madre hasta Narcissa en busca de respuestas y las obtuve todas cuando vi lo sonrojada que estaba y lo pequeña que, de repente, se había hecho en la incómoda silla bajo mi mirada. Entonces no había sido imaginación mía... mi madre de verdad acababa de decirle "amor" a la madre de mi mejor amigo.

Realmente debían estar juntas como pareja, no solo como dos buenas amigas que se estaban apoyando después de que encerraran a sus ex maridos... o todavía marido en el caso de Narcissa porque Lucius aún no había firmado los papeles del divorcio.

¿Lo sabría mi padre o tampoco? Desde que tengo memoria siempre los vi muy unidos, muy felices estando juntos... ¿eso solo era una fachada para que nadie sospechara? ¿Mis hermanas sabrían algo o no?

Mis dos hermanas estaban muy unidas con mi madre, siempre lo estuvieron. Yo también, pero desde hacía algún tiempo me uní más con mi padre porque pasábamos más tiempo juntos haciendo mierdas para Voldemort. No estaba orgulloso de eso, pero sirvió para conocer más a mi padre... aunque ahora ya no lo fuera a volver a ver en mi vida porque estaba en Azkaban y no saldría hasta que se muriera.

–¿Axel?–preguntó mi madre enfocando su mirada azul en la mía sacándome de mis ruidosos pensamientos–¿qué haces aquí? Deberías estar en Hogwarts...

–Me han avisado de lo que ha pasado en la mañana madre–respondí decidiendo aparcar la conversación pendiente con ambas mujeres para cuando mi madre se recuperara y cogiendo su mano libre–he venido lo antes posible a verte para asegurarme de que estabas bien.

–No tendrías que haberlo hecho cariño–me regañó suavemente, aunque sabía que, en el fondo, se alegraba de verme a su lado–¿dónde están tus hermanas?

–Ellas sí que están en Hogwarts madre, vendrán a verte el fin de semana cuando ya estés en casa–aseguré sin soltar el agarre en su mano–Macgonagall solo me ha dejado salir a mí por ser el primogénito... a ellas les estarán diciendo ahora lo que ha pasado. ¿Cómo te encuentras? ¿Te duele algo? ¿La cabeza?

–Bien tranquilo, solo con un poco de dolor de cabeza–me sonrió tranquilizándome–no ha sido nada así que puedes respirar que no me voy a morir.

–Os han atacado mamá–le recordé preocupado intercambiando la mirada entre ella y la otra mujer sentada a su lado–eso no es nada... y claro que me voy a preocupar hasta por el mínimo catarro que tú o Cissy cojáis.

–Pero estoy bien, solo un poco de dolor de cabeza–insistió mi madre tan cabezona como siempre, era igual que yo cuando algo se le metía en la cabeza–los aurores ya se deben estar ocupando... será cuestión de tiempo que los atrapen.

Bajé la cabeza para mirar mi mano entrelazada con la de mi madre. Me seguía sintiendo impotente por no poder hacer nada más para atrapar a esos idiotas más que esperar a que el ministerio los atraparan. 

Segunda oportunidad (Hermione Granger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora