Pov. Axel
Me empecé a preparar a las 10:45 para mis rondas poniéndome el uniforme de Slytherin y mi insignia de prefecto en el pecho, al otro lado del escudo de mi casa. Peiné un poco mi pelo para estar más presentable y salí de la sala común para ir al Gran Comedor, que era donde nos asignaban la zona del castillo a vigilar y nuestro compañero de turno.
Cuando llegué, ya estaban algunos de los prefectos de las otras casas. Hoy teníamos guardia 8 personas, pero no había nadie que conociera... hasta que llegó Hermione y se posicionó a mi lado. Me quedé algo confuso ya que hoy no tenía guardia sino que le tocaba a la comadreja Weasley... ¿por qué estaba aquí?
Tenía bastante controladas las guardias de los demás para no cruzarme con personas con las que no quisiera estar. Obviamente con Hermione no era el caso porque quería estar con ella al menos un rato, pero sabía que ella no quería pasar tiempo conmigo así que por eso me aseguraba siempre de que no coincidiéramos.
Igual había pasado algo con Weasley y por eso no había podido hacer la guardia hoy... o tal vez no había mirado bien el calendario y no me había fijado en que Hermione estaría patrullando en el mismo turno en el que lo hacía yo.
–Bien muchachos, empecemos las rondas–llegó el profesor Flitwick, encargado de los prefectos como segundo director–os pondré en parejas como siempre y luego diré vuestra zona.
Fue diciendo personas, aunque me empezó a preocupar porque cada vez quedaban menos prefectos y Hermione seguía sin ser nombrada... y yo tampoco era nombrado. Por eso empecé a rezar a Merlín que no me tocara con ella, no estaba preparado para esto.
–Greengrass con Granger–anunció el profesor–torre de astronomía, enfermería y biblioteca.
Tragué en seco asintiendo con la cabeza ya que no podía negarme. Me giré hacia la castaña, la cual me dio una pequeña y tímida sonrisa, la cual hacía mucho que no veía, para empezar a caminar con nuestras varitas en alto e iluminadas por el hechizo Lumos.
De todos los compañeros que había hoy para hacer la guardia, precisamente me tenía que tocar con ella... entonces las palabras que había tenido con Pansy durante la cena llegaron a mi cabeza sin poder frenarlas.
Dos corazones rotos que se necesitan mutuamente para sanar, pero vuestros cerebros son unos cabezones y unos idiotas, tanto como vosotros dos.
Igual era cierto que la necesitaba para sanar mi alma atormentada por todo lo que aconteció durante la guerra, pero no sabía si podría hablarlo precisamente con Hermione iba a ser una buena idea. Ella también había salido muy dañada de aquello, prueba de eso era la marca que tenía en el brazo, además de que apenas y me hablaba, o me hablaba mal.
No pensaba que, de todo lo que la castaña y yo pudiéramos hablar, fuéramos precisamente a hablar de nuestros traumas durante la guerra. Mucho menos cuando ninguno de los dos estaba preparado para hacerlo... al menos yo no lo estaba y dudaba que Hermione sí lo estuviera.
Solo había que ver cómo miraba hacia atrás cuando había un ruido fuerte. O cómo se tensaba cuando alguien mencionaba el nombre de Bellatrix o le pedían que mostrara su brazo. Por no decir cómo no podía mirar al mural que habían puesto en el comedor en honor de los fallecidos o, si lo hacía, se echaba a llorar.
Volviendo a las rondas, Hermione y yo pasamos por todas nuestras zonas asignadas viendo si había estudiantes fuera de sus salas comunes a esas horas prohibidas. Para nuestra suerte, no había nadie por ningún sitio y no tuvimos que castigar ni restar puntos a ninguna casa.
No podía decir que el ambiente entre nosotros fuera incómodo, pero tampoco era cómodo. Lo único que hacíamos era ignorar lo máximo posible la presencia del otro sin tener que decir nada que fuera a calentar el ambiente... de la mala forma claro.
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Segunda oportunidad (Hermione Granger)
FanficLa 2ª Guerra Mágica había dejado muchas secuelas, tanto físicas como psicológicas en aquellos que tuvieron que luchar por lo que creían o por salvar a sus familias. Mientras que Hermione intenta sanar las heridas que dejó la guerra, Axel Greengrass...