Penélope ✔️

CAPÍTULO 1

Penélope estaba sentada junto a la ventana de su dormitorio, con un libro en la mano, mirando la casa de los Bridgerton y maldiciéndose en silencio por haberla mirado. Volvió a mirar su libro, decidida a volver a leer. Había regresado a su casa a última hora de la noche anterior, después de unos meses en el campo y, sinceramente, podría haberse quedado más tiempo. El campo parecía haberle sentado bien. El aire de allá parecía aliviar su apetito y había perdido unos cuantos kilos..., pero lo suficiente para que se sintiera menos cohibida. También le salieron algunas pecas nuevas en la cara y se puso un poco más colorada. También aprendió a montar a caballo. No era una experta, pero ahora podía manejarlo.

Sin embargo, su madre insistió en que debían regresar a la alta sociedad... después de todo, otra temporada estaba comenzando y, bueno, la vida ahí definitivamente no era para su madre ni para Prudence. No se adaptaron a la vida en el campo como Penélope.

Y Penélope sabía que no podía perderse el comienzo de la temporada, o mejor dicho, Lady Whistledown. Ya era bastante malo que Lady Whistledown no informara mucho mientras los Featherington estaban en el campo antes del final de la temporada. Aunque sí informó sobre la boda de Anthony con la señorita Sharma, tomando los detalles que Francesca Bridgerton había incluido en su carta a Penélope.

Ella sabía que Francesca le había escrito porque, como la mayoría de los Bridgerton, estaba confundida por qué su hermana Eloise y Penélope no se escribían, pero aún así disfrutaba leyendo las actualizaciones.

Las cartas de Francesca le dieron valor para escribirle finalmente a Eloise. Y para su sorpresa, Eloise le respondió. Es cierto que su respuesta no fue tan amistosa como esperaba, pero ambas siguieron escribiéndose. Sin embargo, Penélope sabía que su amistad había cambiado para siempre. El hecho de que Eloise no hubiera venido a visitarla a primera hora de la mañana lo confirmaba.

Y luego estaba Colin... Penélope gimió y sacudió la cabeza. Realmente no quería pensar en él. Cada vez que lo hacía, su mente se remontaba a aquella fatídica noche en la que los Featherington organizaron aquel baile. Un minuto Colin estaba bailando con ella y diciéndole que era especial para él mientras tomaba su mano y al siguiente, estaba declarando en voz alta a todos los hombres de la alta sociedad que nunca la cortejaría.

Penélope volvió a sacudir la cabeza, negándose a dejar que una sola lágrima se derramara de sus ojos. Ya había derramado suficientes lágrimas por Colin.
Y se juró a sí misma antes de salir del país que esta temporada sería diferente, que no se dejaría cegar por sus encantos, que no se quedaría pendiente de cada una de sus palabras, de cada destello de sus ojos o de cada pirueta en la pista de baile.

No, había decidido que esta era la temporada en la que finalmente se casaría. Su futuro esposo no necesitaba un título, ni ser guapo ni bailarín, ni tampoco tenía que ser rico... no, el dinero de Lady Whistledown podía mantenerla. Solo necesitaba tener su propia casa y estar dispuesto a darle a Penélope el espacio que necesitara para continuar con su columna.

Sí, Colin había cumplido su palabra y le había escrito regularmente durante sus viajes y, a pesar de sí misma, había disfrutado de sus cartas. Había intentado no responder, pero sus modales no se lo permitieron. Así que contestó sus cartas, pero siempre de manera formal. No quería volver a caer en su trampa. Colin Bridgerton ya no era su príncipe azul; era solo el hermano mayor de su amiga. Al menos eso era lo que se repetía a sí misma. Esperaba que, si se lo repetía lo suficiente, su corazón pronto empezaría a creerlo.

—¡Penélope! —escuchó a su madre llamarla desde abajo—. ¡Date prisa! ¡Te estamos esperando!

Suspiró, cerró la tapa del libro, lo dejó en el alféizar de la ventana y se levantó. Tenía una cita con la modista y estaba decidida a conseguir los colores que quería. Estaba harta de los colores cítricos y necesitaba asegurarse de poder convencer a su madre de ello. Necesitaba ser diferente... sería diferente. Después de todo, este año, Penélope iba a ser la novia de alguien.