Capitulo 23

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Respiro profundo cuando cortan la transmisión, Gema es quien me ofrece su mano y la tomo siguiendola a fuera de las oficinas de la FEMF

- Angioletto - saluda Antoni recibiendome con un abrazo y una delicada caricia en el vientre - ¿Cómo están?

- Estamos bien mio amore - sonrío y tiemblo un poco de frío, el se saca el abrigo colocándomelo mientras acaricia mis hombros

- Está es tu sorpresa - dice Gema encendiendo las pantallas que me muestran los lugares principales de cada ciudad importante en el mundo y son tantas que solo asiento sin saber cuál es la sorpresa - Como sabes yo fui la única en enterarme del sexo de tu bebé así que lo lanzamos como una noticia internacional - pone en frente mío un botón rojo

- ¿Y esto?

- Cuando estés lista

Algo se remueve dentro de mi pecho, el miedo me invade y no es miedo por mi sino por la criatura que llevo dentro de mi ya que varias personas lo van a querer muerto por el mismo hecho que es un Mascherano Romanov

Presiono el botón iluminando el mundo de distintas formas pero todas reflejan azul, la aeronave lanza el polvo azul por todos lados, monumentos internacionales se iluminan de azul con luces y los fuegos artificiales son magníficos

- Felicidades Irina - me abraza Gema mientras yo trato de no quebrarme mientras acepto la pequeña bolsa de regalo que me da

Antoni me besa acariciando mi cintura y me dedica una sonrisa mientras el cielo sigue siendo iluminado

- Te amo, mi dama - acaricia mis mejillas y al fin coloca la Jadeita en mi cuello dándome el poder que necesito para proteger a mi hijo de todos - Combina perfecto con tus bellos ojos

Acaricio mi vientre cerrando los ojos mientras tomo un poco de aire al respirar profundamente

Acaricio mi vientre cerrando los ojos mientras tomo un poco de aire al respirar profundamente

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Un mes después

Antoni trató de llevarme a Italia para recibir a nuestro hijo allí pero me negué diciéndole que me sentía muy mal para viajar

Las mujeres que dicen que parir un hijo no duele están locas ya que yo estoy en el auto sujetándome del maldito asiento mientras las contracciones se vuelven más frecuentes a cada minuto

- ¡Maldita sea Alí, muevete!

Apenas llegamos al hospital me suben a una camilla y me ingresan de inmediato diciendo que ya estoy en trabajo de parto

Varios internos me apoyan diciéndome que todo estará bien mientras secan el sudor de mi frente, pujó con todas mis fuerzas por tanto tiempo que mi corazón siente que algo esta mal cuando mi bebé no llora

No me lo ponen en el pecho ni nada sino que se lo llevan mientras terminan de atenderme

Siento el cuerpo cansado y después de varias horas permiten pasar a las visitas, no tengo a nadie más que a Alí que está tratando de comunicarse con Antoni

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