Capitulo 21

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Dos meses, dos meses en está maldita mansión italiana que tanto odie y me dió asco por varios años

No me he vuelto a acostar con Antoni desde la última vez que le coloque un somnifero en su bebida y me ha costado ganarme la confianza de él

Mis tacones resuenan en el piso mientras camino a la oficina que tiene reunidos a Antoni y Bernardo Mascherano, Angela Klein, Bratt Lewis, Gema Lancaster y Alí Mahala

- Buenos días - digo sentandome y ambos mandatarios judiciales se miran entre sí sin entender nada ya que para ellos soy una persona cualquiera pero siempre que piensan eso termino por demostrar porque soy mil veces mejor

- ¿Que hace ella aquí?

- Mi dama debe estar presente - dice Antoni ganándose la mirada de todos al mismo tiempo

- ¿Tu dama? No puedes hacerla tu dama hermano

- No estoy pidiendo opiniones - lo corta dándome la mano

- Estoy aqui simple y sencillamente porque quiero la caída de la Bratva al igual que todos los presentes

- ¿Y propones algo nuevo? - pregunta Bratt haciendo que asienta

- Ustedes tienen un ejército enorme y debo admitir que usted ha sabido ser buen ministro porque tiene un apoyo incondicional - me incorporo en la silla - Antoni tiene drogas, letales

- Eso ya sabemos - opina su mujer y la verdad es que teniendolos frente a frente me caen mal

- Pero las batallas no se ganan con drogas ni con ejércitos de paz - la miro - Un solo hombre del ejército rojo equivale a cinco de los suyos y por eso no son iguales

- ¿Y que propones?

- Quiero ser quien entrene a los soldados, quitarles esa estúpida mentalidad de paz y compasión que en guerra no sirve - saco algunos planos - Todos ustedes trataron de ponerse en contacto con una persona que imito una bomba pero el Boss mato a esa gente antes de irse a las Vegas, no contó con que habían planos que tomé y escondí por mi propia seguridad, ahora estan en manos de la mafia italiana y puedo perfeccionarlos creando una bomba letal sin plutonio arcaico

Me guardo los detalles del plutonio ya que la última vez Boris me dió las coordenadas del lugar, la mafia italiana no puede llegar alli porque ese sería el refugio de Amelie si esto se pone feo

- Lo siento pero de verdad no creo que tengas lo necesario para hacer algo así

- ¿Me quieres poner a prueba Gema? - digo en un tono de burla - Creo que eres la persona menos indicada para dudar de mi

Hago la señal que llena de matones la habitación apuntando con sus armas a Bratt y su esposa

- Yo no sé lo que pensaron al meterse en la mafia italiana pero aquí las cosas se van a hacer como yo lo diga, puede ser por las buenas o por las malas así que elijan

- ¿Van a romper un tratado solo porque una aparecida lo dice? - le reclama ella a Antoni y se le nota la furia

- Bajen las armas - digo con una pequeña sonrisa - Seré clara, volveré a la FEMF para entrenar a sus tropas y me pondré en contacto con la central de Canadá para recibir su apoyo así que ustedes deciden ¿Llevamos las cosas en paz para vencer al enemigo o nos matamos entre nosotros?

- Las tropas son todas tuyas, Amelia - dice Bratt Lewis logrando que la esposa se ponga de todos los colores por la rabia que tiene y me fulmina con la mirada, si se cruza en mi camino la mataré con mis propias manos

- Partiremos ya para Londres - sonrío victoriosa mientras Antoni acaricia mi pierna - Y apenas lleguemos vamos a saquear y bombardear los arsenales de armas que tienen en su poder

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