Capitulo 6

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¿Delicia? Delicia la que siento después de haberme duchado

Los gemelos no han venido aquí desde que llegó Amelie, se la pasan juntos y la verdad me encanta el hecho de que se lleven tan bien

Apago las luces y me acuesto solo con el albornoz de seda mientras miro al techo, sonrío tocandome los labios recordando el beso que le di al Vor y me remuevo recordando el tamaño de su miembro erecto contra mi pierna, el idiota me tiene salivando y mojada tambien

Cierro los ojos para olvidarme de todo pero se vuelve peor ya que se vienen imágenes de el y yo teniendo sexo, me estoy volviendo loca

Escucho la manija de mi puerta abrirse y cerrarse con la diferencia que ahora tiene seguro, muevo mi mano a la mesita de noche y tomo el cuchillo que tengo pegado detrás, esa fue idea de Vlad para defenderme de los espectros de la noche

Tengo cerrados los ojos cuando siento que se acomodan encima de mi y se acercan a mi rostro cuando me susurra

- Suelta el cuchillo - dice Uriel haciéndome abrir los ojos

- No, debería cortarte el cuello de una sola tajada - sonrío dejando caer el cuchillo al suelo - ¿Tus sumisas no te complacieron bien?

- Son sumisas, siempre lo hacen bien

Me hace rodar los ojos y recuerdo que en la tarde lo encontré con la sumisa en el sofá haciéndome tener asco por primera vez en la vida

- A mis sumisas no las tengo que desvestir - menciona quitándome las cobijas de encima - No las tengo que tratar bien - continua y me safa el nudo del albornoz, cuando lo abre me detalla con esa sonrisa coqueta y burlona que solo el puede hacer - Me encanta probar otro postrecito que está prohibido para mí

Pasa los dedos por mi humedad haciéndome jadear, maldito coronel que me tiene follando con otro

- Desvistete y cállate - me levanto quitándome el albornoz por completo quedándome sin nada

- Ahora me siento como una sumisa - bromea quitándose la camisa y el pantalón, los boxers se los quito yo

Los Romanov están acostumbrados a las sumisas así que yo lo empujo a la cama, me acomodo encima de el empezando a montarlo

- No - trata de negarse ya que nadie está por encima de ellos como para montarlos

- Ya deje que me hicieras lo que quisieras en el bar así que baja tus humos de dominante conmigo - le susurro al oído mientras doy sentones moviendo mis caderas

No le queda más opción que sujetarme de las caderas para ayudarme a aumentar o bajar la velocidad mientras aprieta mis senos jugueteando con ellos, suelto pequeños gemidos disfrutando de el, cierro los ojos y el hecho de que piense en la persona que duerme en la habitación de a lado me hace volver a abrir los ojos y besar a Uriel

- No me voy a enamorar de ti - le aclaro mientras me muevo tratando de alcanzar mi propia satisfacción

Cuando me va a responder golpean mi puerta y es tan fuerte el golpe que me deja helada, no me muevo y siento que Uriel se tensa debajo de mi

Me quito rápido tomando mi albornoz, me coloco un par de bragas y el se viste como puede, más o menos miro por una abertura en la puerta y me doy cuenta que es una sombra de un tipo alto y musculoso así que lo único que pienso es que es el Boss

- Es mi tío Ilenko, vete de aquí - prendo la luz y me apresuro a abrir la ventana

- No voy a saltar por ahí

- Claro que lo harás - lo empujo hacia la ventana

- Al menos un besito de despedida

- Lárgate Uriel - el se acomoda en la ventana y empieza a bajar colgándose de algunas plantas y huecos en la pared, no me importa, reviso la habitación y le lanzó sus zapatos cerrando la ventana

LibídineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora