Irina Romanova, hija de Domi y Dante Romanov vuelve del extranjero por órdenes del Boss tras haber estado infiltrada en la central de Canadá bajo el nombre de Amelia García
Siento frío e incomodidad en mi espalda, mis manos tocan el concreto y mis pies tocan la pared
Abro los ojos tratando de creer que es un sueño pero no lo es, estoy encerrada en una celda individual de máxima seguridad
Está muy bien iluminado y los seguros no son candados sino paneles de seguridad de la mejor tecnología que existe
El cristal principal es a prueba de balas y tiene un grosor de 10 cm a pesar de que todo se puede oir a la perfección
Acero y concreto es algo que me rodea, un lavamanos, un inodoro y una cama de cemento duro
Estoy rodeada de gente como yo, criminales y asesinos de lo peor, no saldré nunca de este lugar que yo misma modifique
- Siempre es lo mismo - se ríe la persona de en frente - A mi me enamoró, me utilizó y a la hora de nombrarme como primera dama me traicionó diciendo que yo solo sería viceministra
- Cállate
- Al menos yo tuve tres años de venganza - sigue burlándose - Pero tú, tu no eres mas que una niña tonta
- Si claro
- Claro que sí, no vas a tener tu venganza, le premiaste dándole un hijo y aparte salvaste al hijo de Rachel y él - suelta una carcajada sonora - A diferencia de ti yo pude ser parte de su caida ya que tu los acabas de poner en la cima
- Al menos no lo violé para que estuviera conmigo
- Bien por ti ¿De que te sirvió? - niega mirándome - Al menos yo me casé con el ministro Lewis, tuve hijos y disfruté sus primeros años con ellos ¿Y tú? Apuesto a que tú bebé no te conoce porque pasa de brazos en brazos
Me levanto y golpeó el vidrio con ambos puños
- Ya mismo lo rompes - dice tranquila
- Eso te pasa por traidora, hubieras tenido el mundo a tus pies pero te dejaste ganar por esos criminales - dice Bratt desde la celda de a lado
- Ambos se pueden callar
- No, te molestaré el resto de tu vida ya que tú nos pusiste aquí, ingenua - dice Gema
Y es cierto, cada maldita palabra salida de su boca es cierta
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Días, semanas, meses y años...
Ya no sé cuánto tiempo llevo aquí pero se que el cabello tarda en crecer
Cuando entre tenía el cabello a la mitad de la espalda y ahora llega casi a la rodilla
- ¿Cuánto llevamos aquí? - pregunto sin fuerza vomitando en el lavabo
- Pasaron cinco años desde que te paso eso... - dice Gema sin esperanzas de salir
