Libídine

Capitulo 29

Me coloco el vestido verde esmeralda mientras me miro al espejo, no pienso portar la Jadeita así que me quedo con el collar de oro que utilizo desde que volví a Canadá a mis 20 años

- Te ves hermosa madre - dice Lucian entrando - ¿Te ayudo?

- Por favor - me retiro el cabello dejando mi espalda al descubierto para que me cierre la cremallera

- ¿Que te sucedió mamá? - dice pasando sus dedos por mis cicatrices de manera delicada

- Ratas... - susurro - Todos hemos sufrido para tener que sobrevivir mi vida

El sube la cremallera y me gira haciéndome mirarlo

- Te prometo que de hoy en adelante yo te cuidare mucho madre, nadie volverá a lastimarte

- Está bien mi cielo - acomodo el cuello de su camisa - Te ves muy guapo ¿Es por Naomi?

El sonríe y las mejillas se le tornan rosadas haciéndome sonreir

- El amor adolescente es lo más bonito que puedes tener en tu vida

- ¿Quien fue tu amor adolescente madre?

- Tu padre - respondo y no miento ya que en su momento lo fue

El sonríe feliz hasta que entra Damon con su traje negro, bien peinado y porta un aura dominante siendo tan pequeño

- Señora Amelia - dice una criada con la cabeza baja - La niñera del niño Alexei llegó

- Muchas gracias por avisarme - miro a Lucian - Esperenme en el auto, ahora bajo

El asiente y se va con su hermano menor, camino a la habitación de a lado y miro a Sam James con el cabello bien planchado, rara vez la he visto con vestido pero lleva uno negro de mangas largas, se ve sexy, discreta y elegante

Lleva poco maquillaje luciendo perfecta

- Así que Alí Mahala - digo sentandome en su cama y ella me mira, regresó en la tarde sola ya que Antoni y Alí se quedaron en Gehena

- Supongo que está en los genes

- ¿Buscarse hombres peligrosos?

- Eso creo - responde con simpleza

- Te aprecio mucho Sam y no me quisiera poner en tu contra si algún día se llega a saber lo de mi hijo, tendría que huir y tú te quedarías con Alí

- No pasará, nadie sospecha nada pero si pasara te prometo que me voy contigo - dice tomando mis manos - Mi lealtad está contigo

- Gracias Sam

- No deberías confiar en ningún Morgan - dice soltando mis manos - Mucho menos en Alex Morgan

En algunos días lo sacaré de Irons Walls, creo que Luciana decía lo mismo de él pero solo la tranquilizo con una sonrisa

- Lo tendré vigilado, tranquila

- Eso espero - me dedica una pequeña sonrisa, poco a poco a ido rompiéndose su capa moralista y aunque lo dudo a ella le está encantando el lado malo e incorrecto - Te ves preciosa

- Tu más - le ofrezco mi mano para irnos y la toma, caminamos gradas abajo después de despedirme de mi bebé y ella me sonríe

- Lindo collar ¿Por qué un sol?

- Para nunca dejar de brillar... - le contesto con un toque nostálgico mientras subimos al vehículo que nos lleva a la residencia de Bratt Lewis y Gema Lancaster

Hay algunos periodistas en la entrada

- La mansión de a lado era de los Morgan, Rachel dijo que es hermosa - me susurra y miro que es cierto