Mi hermanastro

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  Hace poco mi madre se casó con un señor. raramente atractivo para su edad, y más cuando se trata de su hijo.
  Su hijo Dereck, era más grande que yo, tenía como veinte, y yo apenas cumpliendo los dieciséis.
  Le tengo ganas hace mucho pero no creo que el sienta lo mismo por mi.

...

Un día estábamos en un restaurante muy lujoso, habíamos terminado de comer así que me escuse para ir al baño.
  Cuando entre me puse frente al espejo y me retoque el labial.
  Me sobresalte cuando una silueta masculina se poso a mi atrás, era Dereck.
—Me asustaste, que haces aquí dereck—reclame, aunque le tuviera ganas fingia que me caía mal.
—Pues...es un baño unisex.
—Claro, y por eso te tienes que parar ahí como un idiota pervertido.
—¿Que dijiste?
—Que ahora eres sordo.—revoleé los ojos y me volteé para verme en el espejo.
  Se me escapó una exclamación cuando me tomo por la cintura y me arrastraba a un baño.
—¿Pero que carajo haces tío?
—Es hora de que tú boca pague por su mal comportamiento.
  Me doblo la rodilla y caí de rodillas.
  Se empezó a desabrochar el cinturón y se sacó la polla.
  Eh visto muchas, pero creo que está es la más grande.
—¿Quieres verdad?
  No le iba a dar el gusto.
  No respondí.
—Pues me parece que primero tengo que pagar por una mamada ¿No?—espeto—Bien, voy a premiar a tu linda vagina.
—Como sabes que es linda Dereck.
—Creés que no te había visto masturbandote mientras gemias mi nombre
—No eres el único Dereck.
Me puso de pie y al contrario, el se arrodilló ante mi.
  Llevaba un vestido ajustado y corto.
  Me subió el vestido hasta la cadera dejando ver mi lencería roja.
—Con que roja.
—Callate.
  Aguante un grito cuando me arranco las bragas y le dió un lengüetazo a mi intimidad.
  Empezó a lamer mi clítoris con experiencia y sentí como adentraba un dedo dentro de mi.
—¡Ah!
—Silencio nena.
  Sigue chupando con ansias y desespero, como si llevara tiempo deseandome, cada mordida y chupeton.
  Tiemblo cuando mete de una dos dedos dentro de mi y empeza a moverlos.
  Siento que pierdo el equilibrio y no puedo respirar, el corazón me late fuerte. Y por fin termina mi agonía, me corro en su boca y el succiona todo de mi con desespero.
Ahora quiero más pero el sonido del móvil en mi cartera de sobresalta.
Era mamá.

Hija estás bien?? Llevas mucho en el baño.

Si mamá es q mi hermanastro me dió una mamada.
Obviamente no le dije eso.

Estoy bien mamá, ya voy.

Lo miro con la barbilla en alto y le digo;
—Olvidemos esto ¿vale?
—¿Olvidar? Lo olvidaré cuando me lo devuelvas con la misma moneda.
—Sigue soñando. Yo no te lo pedí—aclaro—y tampoco es que hayas sido tan bueno.
—Tus gemidos no decían lo mismo.
Revoleo los ojos, me acomodo el cabello y salgo del baño.
—Hoy, en mi cuarto a las una en punto. Si no vienes iré a buscarte y te follare encima de la cocina.
—Eso es asqueroso. No lo harías.
—Ponme a prueba.

Sali del baño y volvimos a casa. Todo estaba como siempre.
  Miro el reloj.
Doce y cincuenta.
Ahora no sé si debería ir...

...

No es lo mejor que he escrito, tampoco es lo que suelo escribir en cuanto a la personalidad de los personajes, pero estoy en un bloqueo, por favor Disculpen.

Besos.

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