Un mensajero para Kivotos

Capítulo 3: Aprovecha al máximo tu dinero

-Oye, ¿Chinatsu?

-¡Sí, Sensei!

"Le están disparando a Yuuka, ¿verdad?"

Chinatsu se subió las gafas con un dedo y sus ojos ámbar observaron la escena con atención. "Sí, parece que es así", afirmó antes de devolver el fuego con su pistola.

"¿Estás bien, Sensei?", me preguntó Serina preocupada antes de disparar su rifle de asalto rosa. De hecho, no disparaba jeringas.

"Oh, qué lindo."

Mi mente quedó aún más impactada que cuando me dispararon en Goodsprings.

¿Por qué Yuuka es a prueba de balas? No, de hecho, ¿por qué los enemigos también son a prueba de balas?

Las balas que disparó parecían causar un daño mínimo a los enemigos ligeramente blindados.

Fue como ver a paladines de la Hermandad completamente armados disparándose entre sí con pistolas de 9 mm. Se intercambiaron muchas balas y nadie ganó en un futuro próximo.

En mi experiencia, nada era a prueba de balas. Los Deathclaws tenían una piel gruesa y fibrosa, pero podían ser sometidos a un arma de calibre suficientemente alto. Los robots más blindados y las servoarmaduras más reforzadas al menos sufrían mellas con disparos continuos. Los hologramas de Sierra Madre y las radios blindadas eran un montón de tonterías, pero en última instancia dependían de una fuente de energía, una debilidad que se explotaba fácilmente.

¿Pistolas de juguete, tal vez? Sus armas y municiones parecen ser auténticas.

Saqué la All-American y disparé a una de las piernas del matón. El matón reaccionó como si le hubiera dado una patada suave en la espinilla y reanudó los disparos contra Yuuka.

Así que sus armas eran auténticas. El enemigo y Yuuka debían tener algo en común.

Sus halos.

Eran intangibles, por lo que supuse que se trataba de algún tipo de cosmético. Evidentemente, no podía haber estado más equivocado.

Sus halos son básicamente acentuadores de radio de valencia en Buffout... Los hace absurdamente duraderos, hasta el punto de ser injustos.

Pero ¿cuándo había permitido que circunstancias injustas me deprimieran? Tenía un trabajo que hacer y, desde luego, no iba a esconderme detrás de un grupo de adolescentes mientras ellos hacían el trabajo sucio.

Además, el hecho de que se dispararan unos a otros significaba que las balas tenían que hacer algo en algún momento.

Levanté mi rifle y apunté con la mira a la cabeza con casco de uno de los francotiradores. Disparé en rápida sucesión, y cada disparo hizo que el francotirador retrocediera ligeramente, hasta que finalmente el halo del matón desapareció y ella se desplomó. Mi HUD me informó que simplemente estaba inconsciente.

Dieciocho balas. Casi todo el cargador. No es tan eficiente como me hubiera gustado, pero aun así...

Había límites al daño que podían soportar.

Fascinante. Su piel era a prueba de balas, pero solo resistente a los golpes. Un fuego sostenido suficiente en la cabeza, incluso si no la penetraba, era una fuerza contundente que los derribaba con tanta seguridad como a cualquier enemigo.

—¿Sensei? ¿Estás peleando con nosotros? —me preguntó Chinatsu con incredulidad, mientras Serina imitaba su expresión.

—Es mi trabajo enseñarte cómo se hace, ¿no? —pregunté con arrogancia.