𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]✓

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Al día siguiente amanecí con el peso de Moon en mi estómago, parecía que me había extrañado mucho porque no se alejaba de mí desde que lo recogí

Lo quité con cuidado para ponerlo a un lado y tomé mi celular, estuve a punto de pedir mi desayuno hasta que recordé que hoy vendrían mis papás, igual aproveché para pedirle el desayuno a mi novio y enviárselo.

"Buenos días, te envié
el desayuno, espero que
tengas un buen día <3"

Yo sabía que él ya estaba despierto, había dicho que empezaría sus entrenamientos oficialmente

Me levanté y fui a darme una ducha, me arreglé, pero no me maquillé, era como si no esperara nada en especial.

Cuando estuve lista tomé mi celular, ya tenía una respuesta de Roberto

"Justo el repartidor
llegó cuando volví del
gimnasio, esta será
como mi último
desayuno):"

"¿Y eso? JAJAJA"

"Voy a empezar un régimen
alimenticio y dejaré de
lado muchas cosas, ya
sabes, por el entrenamiento"

"Deberías darme una lista
de las cosas que comerás
para enviarte desayunos
mas adecuados"

"Me tienes bien pinche
consentido, nunca te vayas"

Reí, antes de que pudiera responder escuché el timbre sonar. Guardé mi celular y caminé directamente gasta la puerta de mi casa, antes de abrir solté un suspiro

Cuando abrí sentí mi corazón latir muy rápido, eran mis papás... pero estaban con una niña que parecía de al menos 12 años

—¿Quién es...?.— intenté preguntar, pero fui interrumpida

—Sabes que teníamos la idea de venir a platicar contigo, pero a tu mamá se le olvidó que tenía una consulta médica.— se justificó —Tenemos que irnos.—

Solté un suspiro con bastante frustración

—¿Solo vienen a decir que tienen algo más que hacer?.— cuestioné —Perdieron su tiempo.—

Ayer por un momento creí que yo sería importante para ellos, sabía que también era importante ir al médico, pero cancelarme de esta manera se me hacía algo muy bajo

—A decir verdad, queríamos pedirte un favor.— dijo mamá

—No tengo dinero.— mentí rápidamente

—No es eso.— aclaró papá mientras le daba un pequeño empujón a la niña para que se acercara a mí —Ella es Sofía, necesitamos que la cuides por unas horas y cuando terminemos con lo de la consulta vendremos a pasar tiempo con las dos.—

La niña ni siquiera me podía mantener la mirada, era algo extraño

—No soy niñera.— dije obvia —Vuelvan cuando estén libres.—

Estuve a punto de cerrar la puerta, pero Sofía me lo impidió

—Déjame quedarme.— pidió, por un momento lo escuché como una suplica

Lo pensé un poco, ¿por qué tenían una niña con ellos?, fue inevitable sentirme mal, de alguna manera esto me había mostrado que me habían reemplazado

—Está bien.— me resigné y la dejé pasar, ella de inmediato entro

Miré a mis papás, no sabía si estaba molesta o decepcionada. Ellos sin decir nada más solo se despidieron de mí con un movimiento de manos y se alejaron