14. feel it again

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CAPITOLO QUATTORDICIcapitulo catorce 

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CAPITOLO QUATTORDICI
capitulo catorce 



"Que alguien me recuerde que beber es la peor de las ideas," pensé mientras luchaba por mantenerme en pie. El día había comenzado como una pesadilla, con mi cuerpo rebelándose contra mí después de la noche anterior. No solo estaba lidiando con una resaca terrible, sino también con la culpa creciente de no poder acompañar a Charles a la carrera. Era importante este día, y se supone que su "novia" debería de estar allí para él.

La décima visita al baño no mejoró las cosas, y para cuando escuché la voz de Charles llamándome desde la puerta, me sentí completamente derrotada.

—Ale, ya llegué. Traje las pastillas.

Si, y eso también estaba pasando.

¿Por qué me llamaba así? La cercanía en su tono me descoloca, y me invaden lis pensamientos sobre lo que podría haber ocurrido la noche anterior. Pero no había tiempo para distraerse.

Y digamos que no me molestaba.

Me apresuré a cepillarme los dientes, desesperada por borrar cualquier rastro de la escena anterior. No podía dejar que me viera en ese estado.

Charles apareció en el umbral de la puerta, observándome con una mezcla de preocupación y lástima que me hizo encoger de vergüenza.

—¿No te sientes mejor? —preguntó, su voz cargada de una amabilidad que solo aumentaba mi incomodidad.

—Estoy mejorando —mentí, sabiendo que la realidad era evidente en mi aspecto.

—No te ves convencida.

—Es porque no lo estoy. —termino confesando.

Nos dirigimos de nuevo a la habitación. Me senté en el borde de la cama, dándole la espalda, tratando de ocultar mi malestar.

Pensé en Charlotte, en lo que diría si no aparecía en la carrera. El escándalo que se desataría, las miradas de odio de las fans de Charles... No podía permitirme eso. Suficiente con sus comentarios.

—Voy a bañarme —dije, más para convencerme a mí misma que a él.

—¿A dónde vas? —preguntó, desconcertado.

—Contigo.

—No puedes ir. Estás mal. No es necesario.

—Es...

—Es tu trabajo, lo sé. Pero no estás bien, así que no irás. Yo hablaré con Charlotte. Tú quédate aquí, descansa y trata de mejorarte.

Era como una orden, y aunque una parte de mí quería obedecer y hundirse de nuevo en la cama, la otra sabía que debía acompañarlo. No podía permitir que los rumores tomaran fuerza, que su reputación —o la mía— se vieran afectadas.

𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora