Capítulo XI

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— ¿Seguro que puedes hacerlo? —Peter se apoyó sobre un árbol, mirando con una ceja alzada a su pareja— Deberíamos haber traído a Hank

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— ¿Seguro que puedes hacerlo? —Peter se apoyó sobre un árbol, mirando con una ceja alzada a su pareja— Deberíamos haber traído a Hank.

— ¡Él me enseñó a hacerlo! —refutó Dave, sus manos trasteaban en el aparto electrónico con efusividad— Puedo hacerlo, dejad de presionarme.

Anya atrajo a Peter por el hombro, concediéndole ese ansiado espacio a su hermano. Ambos lo miraron con escepticismo, pues realmente parecía que toqueteaba cables y botones al alzar. Después de un par de minutos, una luz verde parpadeante apareció. Dave los miró sobre el hombro, su expresión alcanzaba la cúspide del orgullo. 

— Os lo dije. —pulsó uno de los botones— Listo.

— ¿Ya? —Anya se asomó entre los árboles, viendo al otro lado la inmensa edificación— ¿Seguro?

Dave rodó los ojos.

— Seguro, las cámaras están en bucle.

Anya se apartó de regreso a la frondosidad. Estaban en Dakota del Norte, sin duda el último estado en el que imaginaron encontrar la base de Stryker, o al menos una de muchas. Lo importante es que Logan estaba ahí. Anya lo notaba en su piel y en su pecho, aunque hacía días que no veía sus sentimientos, era como si durmiera.

— ¿Cómo pasaremos el control? 

Dave recibió una ráfaga de viento en el rostro al terminar la pregunta, Peter se apoyó sobre él. Entre sus dedos había una tarjeta de empleado de la base.

— Somos tres, listo. —ironizó dando un paso al costado. Peter tambaleó ante su brusco alejamiento— Eso nos dejará usar el ascensor para el nivel subterráneo, pero eso... —señaló el control de la entrada— Eso sigue ahí.

Los puños de Anya se cerraron antes de dar un paso. Su hermano entendió lo que quería hacer y, a disgusto, la siguió. Peter y Dave sabían cuanto destrozaba a Anya emplear su poder de aquella forma, perdía una parte de sí misma cada vez que arrebataba todos los sentimientos de una persona. 

Cruzaron el pequeño valle que separaba el bosque de la instalación, y antes de lograr poner un pie dentro del lugar, los rodearon. Tres hombres cayeron desplomados al suelo, el último fue utilizado por Anya para abrirles la entrada. 

HER SWEET KISS ⎯⎯ ᴡᴏʟᴠᴇʀɪɴᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora