Capítulo XIX

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Anya subió al tren, echando una mirada en su interior

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Anya subió al tren, echando una mirada en su interior. Encontró con facilidad a la adolescente, Rogue, Mystique había hecho bien su trabajo en engañarla para que abandonara la mansión el Profesor. Sin embargo, se volvió bruscamente al advertir que no estaba sola. No había sido lo suficientemente rápida y uno de los X-Men estaba con ella

Tiró un poco de su capucha para cubrirse el rostro y buscó un hueco entre los asientos más cercanos. Desde allí podía oírlos, y verlos, y se dio cuenta también que reconocía al hombre. 

Sabía que su misión era capturar a esa chica, pero por algún extraño motivo se encontró sumida en la conversación de ambos, en el consuelo que aquel hombre estaba dándole con un par de palabras y su sola presencia. Rogue comenzó a llorar, sobrepasada con la situación, con la increíble responsabilidad que conllevaba tener su mutación. Era poderosa, y Magneto la necesitaba.

Anya se inclinó hacia delante en el asiento, analizando el perfil de él cuando abrazó a Rogue. El tren se puso en marcha y se separaron.

— Entonces, ¿qué me dices, les das otra oportunidad a esos raros? —preguntó Logan, esperando  que regresara con él a la mansión— Vamos, yo cuidaré de ti.

Anya sintió una punzada en el corazón. Cuanto más lo oía hablar, más se daba cuenta de que lo recordaba de algún lado, pero no sabía de dónde. 

— ¿Lo prometes?

Rogue lo miró expectante, reflejando un sentimiento cálido en sus ojos.

— Sí, lo prometo. —respondió Logan.

Confundida, Anya apartó la mirada. Su voz le revolvía algo en el interior, su presencia le acariciaba las memorias, pero no recordaba nada todavía. La frustración la recorrió de arriba abajo en un instante, se puso en pie. Debía de haber intervenido antes de que el tren se pusiera en marcha, en estos momentos ya tendría que tener a la niña en su poder. Justo cuanto tuvo intención de acatar finalmente lo que se le había ordenador, Magneto apareció.

El tren frenó bruscamente, chirriando las ruedas contra los raíles. Él entró arrancando el metal del vagón poco después, causando un pánico ensordecedor en los humanos. Anya tuvo en claro que Magneto se sentía molesto con ella, incrédulo también por su ineptitud. Ella también estaba confundida con su propio actuar, con sus dudas. Era la primera vez que le ocurría.

HER SWEET KISS ⎯⎯ ᴡᴏʟᴠᴇʀɪɴᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora