Capítulo 2

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Un día antes

Con Anne

[Anne...]

Susurros se escuchaban en un campo destruido por una batalla.

[Anne...]

Había cuerpos por doquier; muchos murieron con caras que mostraban el miedo que tenían; a otros ni se le podía ver la cara, pero había dos que estaban tomados de las manos.

[¡Anne...!]

*Inhala profundamente*

La mencionada abrió los ojos y comenzó a toser mientras intentaba recuperar aire. Todo su cuerpo estaba manchado de sangre.

*Ujum Ujum Ujum*

La azabache se llevó la mano al pecho, ya que al intentar respirar le ardía, no obstante, eso no era lo único. Cuando ella pudo controlar su respiración, intentó pararse, pero una punzada en la parte derecha donde están las costillas hizo que gimiera de dolor y se detuviera.

Ella rápidamente miró y se dio cuenta de que tenía una herida superficial, pero aun así mortal si no se trata a tiempo.

—¡¿Hola?! —exclamó.

Miraba con sus ojos el lugar; todo estaba destruido y algunas casas estaban carbonizadas. Anne se paró con dificultad y miró los cuerpos de las ranas; eran muchos cientos de ellos. Ella estaba horrorizada por lo que veía.

El que hubiera hecho esto era un monstruo.

Comenzó a caminar a pasos muy lentos y se llevó su mano derecha a su costado donde estaba la herida para detener un poco el sangrado. Por consiguiente, entró en las casas que estaban en pie para buscar algo para su herida.

En ese mismo instante, se llevó su mano a la cabeza para pensar y se sorprendió al tener una venda en la misma; al parecer no se acordaba.

—Eso es...

Por ende, no lo pensó dos veces y se la quitó. Al mismo tiempo se topó atrás en la cabeza y no sentía nada. Vio la venda que estaba sucia de lodo y sangre, comenzó a limpiar la venda con agua de caño, no era la mejor idea, pero tampoco era buena idea vendarse con la venda en ese estado.

—Esto será suficiente—dijo terminando de lavar y ponerse la venda en la herida.

Entonces, salió de la casa de en donde estaba y se dispuso a caminar entre los cadáveres para salir de aquel pueblo, un alivio para ella que no recordaba nada.

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Narra Anne

Me encontraba en el bosque sin algún lugar donde ir o dormir; mis pasos eran lentos por la herida; si tengo suerte tal vez no se infecte; no recuerdo nada de lo que hice después de desmayarme enfrente de esa rana.

Por un segundo miré mi ropa, y estaba ensangrentada y sucia; una combinación de lodo y sangre, pero algo dentro de mí en lo más profundo intentaba decirme algo, pero no sé qué era.

*Gruñe*

Mi estomago estaba vació y ya comenzaba a tener mucha hambre. Miré a todos los lados buscando algo de comer, hasta que di con unas morras moradas. Sin dudarlo, me acerqué a ellas para comenzar a comerlas; cuando ya estuve satisfecha, tomé unas cuantas y me las guardé en dos bolsillos que tenía.

Amphibia: El comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora