-¡Ya quedó!-Yuki termino de arreglar el peinado que le hizo a su pequeña hija.
Luego busco entre sus cosas un espejo para que Fumi pudiera ver cómo quedo.
-Es bonito, me gusta ¡Gracias mamá!-la pequeña pelí rosada abrazo a la mujer.
Yuki sintió un poco de nostalgia cuando su niña le dijo "mamá" por primera vez. Se contuvo las ganas de llorar y se levantó para recojer sus cosas.
-¿Qué les gustaría desayunar?-les preguntó a ambos niños.
-¡pastel!-
-¡Helado!-
Contestaron ambos niños.
-Am... su padre me dijo que no les diera mucho helado o después se iba a a enfermar, así que... ¿Les parecen unos panqueques?-
-¡Si!-asintieron los pequeños gemelos peli rosados.
Los tres salieron de la cabaña para ir al comedor, allí los otros niños junto con sus padres desayunaban en las mesitas.
Yuki les trajo su desayuno y poco después de sentaron a comer.
-Mamá...-le habló el pequeño peli rosado.
-Dime-
-Tengo que ir al baño...-Dijo con un poco de vergüenza.
-am...¿Quieres que te acompañe?-le preguntó con una sonrisa.
-¡No! Yo puedo ir solo-contestó y se levantó de su silla
Salió de allí para buscar los baños que estaban en otra cabaña, cuando entró se encontró con tres de sus compañeros.
-¡Ryūji!-un niño de cabello rubio se le acercó por detrás para abrazarlo.
Ryūji se sintió incómodo por la forma en que lo abrazo, por lo que se alejo de él.
-Um... así que, ¿Viniste con tú mamá?-
-S-Si...-
-Sabes, yo pensé que tus padres te querían, pero me equivoqué-
-¿Por-...-
-Si de verdad te quisieran ambos te hubiesen acompañado. Además, Ni siquiera están juntos. Mis papás me aman mucho e hicieron de todo por venir los dos. Se nota que a ellos no les importas, lo más probable es que algún día tu papá te abandone y los separen a ti y a tu hermana-
Eso último lo dijo con burla. Los otros dos niños también se burlaron del menor.
Ryūji era un niño muy sensible, es por eso que algunos de sus compañeros solían molestarle entre ellos estaba ese niño rubio "Tamaki" quien desde que se unió a su grupo nunca dejaba de molestar al pequeño peli rosado. Su hermana, Fumi, lo defendió en varias ocasiones e incluso llegó a golpearlo por hacer llorar a su hermanito. Pero, en esa ocasión ella no estaba para ayudarlo.
Lo que le dijo lo molesto mucho e incluso lo entristeció. Así que empujó a Tamaki y después salió corriendo de allí.
Se alejo del campamento e se adentro aun más en el bosque.
Al poco tiempo Yuki salió a buscarlo, ya que se había tardado demasiado tiempo. Cuando le habló desde afuera del bañó y no obtuvo respuesta decidió preguntar a los niños que iban saliendo. Ninguno aseguro verlo fue entonces que empezó a preocuparse aún más.
-¿A dónde te fuiste, Ryūji?-se cuestionó la mujer rubia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
