El hijo de mi padrastro 'Sukufushi'

21.

Su segunda alarma volvió a vibrar, así que, estiró su mano para apagarla y luego volvió a cubrirse con las sábanas.

-¡Papá!-

-¡Despierta!-

Dos niños de cabellera peli rosada entraron al cuarto del mayor, se acercaron a su cama para subirse.

Por más que gritaron su nombre el mayor ignoro su escándalo pues él quería seguir durmiendo.

-Es imposible...-habló uno de los gemelos con nostalgia.

-¡No! ¡Claro que no!-le dijo su hermana. -Solo tenemos que...buscar otra manera de despertarlo-sonrió la pequeña peli rosada.

-Mojarlo con agua no lo es...-comentó el pequeño niño quien recordó la última vez que le aventaron una bandeja con agua al rostro de su papá.

-Mmm...-la menor hizo un puchero y luego pensó en otra idea menos peligrosa.

Le sonrió a su hermano y luego ambos comenzaron a brincar en la cama de su papá.

-No...detenganse...-balbuceó el mayor.

Los niños no le hicieron caso y siguieron brincando sobre la cama mientras le gritaban a su papá.

-¡Depieta!-

-¡Ya es tarde!-

Sukuna se cubrió con una almohada para no escuchar su escándalo, aún que no le sirvió de nada. Y termino despertándose.

Se sentó sobre la cama luego de que los niños dejarán de brincar, los miro a ambos con un semblante molesto e a medio dormir.

-¡Dijiste que nos llevadias a la escuela-le reclamo la peli rosada menor.

-¿Por qué no se fueron en el camión?-les preguntó el mayor.

-Lo prometiste-respondió el menor.

-Y... no teníamos dinero para irnos-comentó la peli rosada.

-Hubieran agarrado dinero de mi cartera-

-Tu dijiste que no agarremos
tus cosas y menos sin tu permiso-le dijo la menor con una sonrisa.

-Esta bien-Sukuna se levantó de su cama y se metió al baño.

Los niños bajaron a la cocina para esperar a su papá.

Minutos después, Sukuna bajo a la cocina para preparar algo rápido e irse.

Cuando termino los niños ya lo esperaban en la puerta.

La peli rosada menor fue la primera en subir al auto.

-Agh... ¡esta cosa!-se quejo la menor desde su silla.

-Dejame ayudarte-Sukuna se acercó a la menor y abrochó el cinturón de la menor.

Después hizo lo mismo del otro lado del asiento donde iba el otro pequeño.

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Llegando a la escuela ambos niños bajaron del carro.

-Ryūji-le habló Sukuna al menor.
-¿No olvidaste algo?-

El menor lo miro tratando de adivinar que olvidó, entonces sonrió y se acercó para abrazar a Sukuna. El mayor confundido, apartó un poco al pequeño pelí rosado.

-Tu abrigo-le dijo al menor. Pues eso era lo que había olvidado.

Le ayudo a ponerse su abrigo, y ya que todos los niños entraron a la escuela se fue.