El hijo de mi padrastro 'Sukufushi'

18.

Sukuna observo desde la ventana cómo el azabache se despedía por última vez de todos, Megumi se subió al taxi y...

Fue la última vez que Sukuna lo vio o supo algo de él.

Ahora, su nueva tarea era cuidar de su hijo, al igual que empezó a buscar a Yuki de quién no sabía nada después asé meses, no habia ningún indicio de que apareciera. Pero tarde o temprano tendría que saber algo de ella.

-Agh...detesto está ropa-se quejo Sukuna. Termino de abrochar la ropa del bebé y se alejo de la cama.

Busco su toalla para bañarse, luego cargo al bebé para dejarlo en su cuna.

Salió de su cuarto para meterse al baño y bañarse.

Ese día ni Satoru o Yuji estaban en casa, ya que ambos se habían ido a una "cita" con sus nuevos ligues.

Giró la llave del agua caliente y mientras caía sobre su cuerpo recordó cuando estuvo con Megumi y Toji casi los descubre.

En su mente se quedaron grabadas cada una de las expresiones del menor, sus labios, sus ojos, su cuerpo tan fino y delgado. Tuvieron tantos encuentros y ninguno fue suficiente para que se quedara satisfecho.

Lo dejo ir por qué no tenia de otra, y ya que no quería morir a manos de Toji, Sukuna trataría de olvidarse de él.

Quién sabe, quizá en unos meses Megumi volvería para rogar por su atención y si le daba lo que quería ya no se iría nunca.

Ojalá fuera así de sencillo.

Sukuna sabias más que nadie que Megumi lo amaba y era todo para él, un simple cambio de colegio no lo iba a arrebatar de sus brazos.

¿Verdad?

Termino de bañarse y regreso a su cuarto, en cuanto entró escuchó los lloriqueos del pequeño peli rosado.

Supuso que tenía hambre, así que fue a prepararle un biberón de leche así eso calmaría su hambre.

Le dio el biberón y esperó a que se lo terminara, sin embargo el bebé empujó el biberón, molesto, empezó a llorar de nuevo.

Sukuna le intentó dar de nuevo el biberón, pero él niño se negaba a comer. Algo que se le hizo extraño al mayor, pues siempre que le daba de comer se quedan dormido. Pero últimamente en esos días le hacía lo mismo.

Reviso su pañal, imaginados que ya lo había ensuciado, pero no, estaba limpió.

Entonces, lo miro con detalle, luego con una de sus manos tocó la frente del niño y se dio cuenta que tenía fiebre.

No tenia medicamentos para niños y no podía darle otra cosa o lo empeoraría, su única alternativa era llevarlo con un doctor.

Busco su celular por todo su cuarto, debía llamarle a Gojo pues él se habia llevado el auto. Más no lo encontró por ningún lado, así que supo que debía irse caminando pues tampoco tenía dinero para irse en taxi.

Se puso su chaqueta y fue por el bebé.

Ya que le gustaba pasearse por las calles, Sukuna conocía un atajo al hospital más cercano, aún que con lo que no contó fue que el clima empeoraría.

Pronto empezaron a caer pequeñas gotas de llovizna, Sukuna se quitó su chaqueta para cobijar al niño y así evitar que la lluvia lo mojara, por qué de ser así su fiebre iba a empeorar.

Tenia que apresurarse en llegar al hospital, ya que la lluvia empezaba a volverse más fuerte.

Aceleró sus pasos asta que observo el hospital del otro lado de la carretera, miro a ambos lados y cuando no vio a ningún carro cruzó a toda deprisa.