09.

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No era muy bueno bailando, deecho nunca lo intentó en ningún momento. Tenia no solo miedo si no también vergüenza de caerse o pisar a su pareja con quién le tocará bailar. Es por eso que en cada evento o celebración de su escuela el prefería faltar o inventar alguna escusa para no salir.

Pero ver a todas esas parejas bailando y siendo el único observando se sintió un poco mal, en el fondo si queria estar en la pista de baile disfrutando con sus amigos. Sukuna quien volvió del baño miro al azabache solo y quiso aprovechar la oportunidad para estar cerca de él.

-¿Porqué esa cara?-le preguntó el mayor al azabache. Paso su mano alrededor de su cintura.

-por nada-contestó secamente el azabache.

-Bueno, si te apetece, podemos ir a la cabaña para pasarla bien~-propuso Sukuna con una sonrisa.

-ahora no estoy de humor para eso-se negó Megumi, apartó la mano del mayor de su cintura.

-Oh, vamos~...esto te subirá el ánimo más de lo que piensas-insistió el mayor.

Megumi se negó y se fue de allí. Sukuna lo vio irse.

-¿Ahora que le pasa?-se preguntó un poco confuso por su actitud.

-Eres un idiota-lo insultó la joven castaña. Se acercó y se sentó aun lado de él. -No me caes bien, pero te le has metido asta en los pantalones de mi amigo que no puedo creer que haga
esto-

Sukuna la miro ofendido por lo que le dijo.

-Solo tenias que invitarlo a bailar-menciono la joven castaña.

-¿Eh? ¿Eso era todo?-cuestionó Sukuna.

Nobara asintió.

Para Sukuna fue una tontería que el menor le hiciera un drama por eso, ya que no era tipo de persona que preguntará ese tipo de cosas. Se levantó de su silla y fue a buscar a Megumi, lo encontró cerca del río y se poso a su lado.

-Asi que, ¿Solo querías bailar?-habló con burla Sukuna.

Megumi se sonrojo e intentó no mirar a Sukuna.

-Me parece infantil y anticuado pero...si con eso tengo mi recompensa-sujeto a Megumi de su cintura y lo acercó a su cuerpo. -no suena mal-sonrió.

Llevo a Megumi de vuelta a la pista y volvió a tomarlo de la cintura mientras empezó a bailar al ritmo lento de la música.

-Todos nos observan-balbuceó Megumi nervioso.

-¿Eso importa? Ignoralos-le dijo sukuna.

Cuando terminó la canción, Sukuna se fue de allí y volvió a la cabaña. Megumi se quedó un momento sin moverse de ese lugar, aún trato de digerir que acababa de tener su primer baile con Sukuna. Sus mejillas se tiñeron de rojo, su corazón latió con fuerza. Tuvo que salir casi corriendo a su cuarto.

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El hijo de mi padrastro 'Sukufushi'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora