07.

2K 108 23
                                    

-!hey! Niño, ¿Terminaste de acomodar esas cajas?-le preguntó un hombre de edad ya avanzada.

-esta fue la última-contestó Sukuna, quien dejo la caja en el suelo.

-Bien, ven conmigo, quiero que te encargues de algo-indicó el mayor.

Sukuna lo siguió, ambos entraron a la tienda.

-Uno de mis trabajadores tuvo que renunciar por cuestiones personales, y quiero que tú te encargues de atender a los clientes en caja-

-¿Habla enserio?-

-si, no quiero errores niño, o se verá afectado en tu sueldo-

Y desde ese día Sukuna comenzó a trabajar atendiendo clientes en caja, no era un trabajo que le agradará mucho pero gracias a eso se dio cuenta que no era tan malo haciendo cuentas.

La gente que mayormente eran adultos o señoras no tuvieron una buena impresión de él, debido a su aspecto lo creyeron un delincuente que en algún momento podría robarles. Pero esos comentarios asia el no le importaron y solo hizo su trabajo.

⊱════༈🌹◄༺༻►🌹༈════⊰

Casi una semana completa sin ver a Sukuna, sus horarios dejaron de cruzarse cuando le cambiaron el horario además de eso, en su trabajo pasaba toda las noche allí. No tenía tiempo ni ninguna oportunidad para verlo.

Tampoco es como que quisiera verlo luego de todas las cosas que hicieron anoche, aún le dolía su cuerpo ademas de eso tenía marcas en algunas partes de su cuerpo.

Megumi se sintió frustrado ante eso, pero de cierta manera contento, si, era un maldito masoquista, pues en parte tuvo culpa por caer en los brazos de Sukuna. Nadie más que el mismo se empujo a la cueva de esa bestia hambrienta de sexo.

Sukuna estaba en el patio, entrenando con sus otros compañero. Cuándo terminaron  fue por su mochila a su salón, quería beber un poco de agua luego de estar horas en el sol.

Megumi entro al salon ya que Satoru le había encargado darle su desayuno a Sukuna. El mayor lo vio entrar y no pudo evitar sonreír, Megumi le dio el almuerzo con algo de nostalgia.

—Te lo agradezco—contestó Sukuna luego de dejar la bolsa sobre su mesa.

Las mejillas de Megumi ardieron en rojo, no quería ni mirarle a los ojos.

—¿Porqué tan nervioso?—preguntó el peli rosado.

—no es nada...—balbuceó Megumi.

—¿Sigues pensando en lo de anoche?—

Megumi negó nervioso.

—Pue yo sí, ¿sabes? Podríamos
repetirlo—Sukuna se acercó al menor.

—¿A-Ahora...?—

—Claro, nesecito mi desayuno de medio día—contestó.

Sukuna acorraló a Megumi contra la pared mientras besaba su cuello dejando marcas, le bajó sus pantalones para tener a la vista sus nalgas. Sukuna metió dos de sus dedos en su interior y sin piedad empezó a simular embestidas.

-!Ah~...no~...duele...sacalos!-dijo el menor.

-¿No te gusta? Entonces, ¿quieres mi verga?-Sukuna sonrió y se bajó los pantalones.

Acercó su miembro a la entrada de Megumi y entro de una sola estoncada, eso le saco un fuerte gemido al menor.

—dices que no te gusta pero tu cuerpo se retuerce por más...—

El hijo de mi padrastro 'Sukufushi'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora