Stiles
Que nombre tan raro, ¿Porque no pudo llamarse John o Steve? De cualquier manera, no es como si importara mucho cuando llevas 13 años diciéndole a todo el mundo como deberían llamarte. Era algo tarde para decidir llamarse James.
Pero tal vez no tan tarde para decidir cambiarse el apellido ¿Se molestaría su padre si se casara y tomara el nombre de su esposo?
Un esposo, 15 años y pensando en esposo.
De pronto sintió como le recorría un escalofrío al pensar en todos los omegas que dieron su vida y dignidad para que él estuviera pensando en casarse cuando todavía tenía todo un futuro por delante.
-¿Estás bien? – Stiles miró a su mamá, había olvidado que estaban sentados en un hospital.
-Sí, solo pensaba.
-Como siempre
-Claudia Stilinski – Madre e hijo se miraron antes de que uno de los dos cediera y obviamente fue la que estaba siendo llamada por la enfermera.
Stiles se acomodó en el asiento y sacó su celular del bolsillo de su pantalón, no que su mamá fuera a durar mucho tiempo en consulta cuando lo único que iba a recibir era una tira de condones y tal vez un folleto de auto exploración, pero había que entretenerse con algo.
Tengo tu guitarra ¿Puedes venir?
Stiles miró varias veces el mensaje hasta recordar que había prestado la guitarra vieja de su papá a Brett Talbot
Tal vez pueda pasar ¿Dónde te veo?
Sé que estás en el hospital, Stilinski. Solamente sal.
Stiles miró la puerta por la que había entrado su mamá y decidió salir del hospital.
Justo en el estacionamiento estaba Brett recargado en el auto de su papá con todo el porte chulesco de quien sabe que es guapo y sabe que los demás saben que es guapo.
- ¿Qué se necesita para que Stiles Stilinski pueda hacerte un espacio en su agenda? – Brett se levantó las gafas y se acercó a Stiles, no tardó ni un segundo en que sus brazos lo rodearon completamente – Hay que salir más antes de irme a la universidad.
-Sabía que te volverías odioso en cuanto te fueras a la universidad – Stiles se acomodó un poco su chaqueta de mezclilla -¿El viernes por la tarde?
Brett Talbot tenía toda la pinta de ser odioso, caminaba esperando a que la gente lo odiara y normalmente lo lograba, pero una buena tarde de otoño cuando Stiles tenía 15 fue quien le invitó un Icee y luego al cine.
Era un día lluvioso y Stiles había pasado mucho tiempo haciendo tarea en la biblioteca, así que no le interesó el haber logrado la atención de una persona tan odiosa, hasta que descubrió a Brett en la puerta de su casa esperándolo para llevarlo a clases.
- Eres sincero – Dijo el rubio antes de ponerse de nuevo las gafas y dejarlo ahí en medio del estacionamiento.
Pero ahora que ya llevaban mucho más tiempo siendo amigos y aunque a veces era muy extraño verlos juntos, la verdad es que coincidían en gustos musicales y a veces hasta en ropa, pero lo que más les gustaba era que podían salir sin que nadie creyera que eran pareja.
- Dime por favor que te sirvió la guitarra – Stiles tomó el instrumento como si fuera su accesorio más preciado.
- Está funcional. -Brett miró hacia atrás cuando se escuchó la puerta de su auto cerrarse.
Derek Hale de pronto estaba rodeando el auto para acercarse a ellos. No es que Stiles no lo conociera o que Derek no lo conociera a él, pero no eran cercanos, se veían de vez en cuando en los pasillos, pero ignoraban la existencia del otro.