El día después de recibir una noticia alarmante se siente como despertar de un sueño, durante unos minutos te convences de que fue una pesadilla, piensas que nada fue real y que finalmente estas entrando al mundo real.
Pero la verdad es que no, nada fue una pesadilla.
Hay una generación de seres humanos que te hicieron creer que tener problemas de amor antes de los 30 no era posible. Stiles quería salir al mundo y gritar que eso que estaba sintiendo era real, que lo estaba carcomiendo por dentro y lo estaba volviendo una persona diferente.
-¿No vas a llevar tu chaqueta?
Obviamente todos en casa sabían de la noticia, pero nadie había tocado el tema, el nombre de Derek había sido evitado a toda costa, que no es que antes lo mencionaran demasiado, pero ahora parecía que todas las conversaciones giraban hacia la familia Hale.
-Claro -Stiles tomó su chaqueta de la cama y miró su cuarto. Obviamente había cambiado desde la primera vez que salió con Derek, pero no lo había notado hasta ese momento en el que vio las paredes color nuez con un par de cuadros regalados por Jackson y una colcha verde. Ya no había estrellas en el techo y tampoco había posters de bandas. Parecía otro Stiles.
-¿Quieres que yo maneje?
Stiles no se había dado cuenta de que tan vulnerable se veía hasta que su hermano menor extendió la mano para recibir las llaves del auto.
-No -Stiles tomó su maleta con más firmeza y sonrió, no sabía que si parecía una sonrisa real -Anda, enano.
-Oye, se supone que los hermanos menores tendemos a ser más altos que el mayor, solo espera un año y seré más grande -Liam se acomodó su gorrito mientras bajaban las escaleras.
-Te mintieron -Stiles dejó su maleta en el suelo para abrazar a su mamá. -Se cuidan mucho.
-Ustedes se cuidan -Claudia le pasó la mano por el cabello -Me llamas por cualquier cosa, aquí estoy.
-Yo también te llamo, mamá -Liam abrazó a Claudia intentando esconderse bajo su cuello.
-Por favor -Claudia le dio un beso en la frente -Y recuerda desayunar, no solamente comerte un muffin con café.
Liam hizo una mueca y asintió.
Era una mañana completamente normal antes de volver a la universidad, solo que no era normal.
Era como si de pronto le hubiera amputado alguna extremidad, lo cual era extraño porque en otras ocasiones ya había estado sin Derek, la única diferencia era que ahora no habría una siguiente vez.
Es un poco extraña la disociación, el cómo el cerebro se desconecta y te manda a un lugar tan lejos de donde estas en ese momento que no puedes registrar los aromas, las texturas y mucho menos las palabras.
Stiles se apagó un poco, fue a clases, sacó notas excelentes e incluso tuvo 3 entrevistas para empezar a desarrollarse como practicante, era como si no estuviera viviendo, pero a la vez su cuerpo no dejara de hacer las cosas de forma automática.
Era como si su instinto de supervivencia no dejara de intentar mantenerlo a flote porque no siempre iba a estar atascado en esa edad o en ese momento.
-Disculpa -Stiles se acomodó la mochila y continuó su camino sin girarse a ver a la persona con la que había chocado. Llevaba su café en una mano y en la otra su teléfono respondiendo a su jefe sobre unos documentos que requería de forma inmediata.
No fue hasta que estuvo sentado en su cubículo con su laptop encendida y un nuevo postit en su mini pizarra que se dio cuenta que el aroma del perfume de la persona con la que se había topado se le hacía familiar.