━Eramos rivales, eramos lo sucio de nuestros apellidos, pero éramos tan perfectos juntos, Jon Snow━
Jon era un bastardo, un producto de una traición que daño el apellido Stark con su presencia
Lhya era la traición en persona, había dejado su apelli...
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Fingir que el amor no existía era de las tareas más difíciles que Lhya y Jon enfrentaban en ese momento, el tener que verse por los pasillos y fingir formalidad cuando lo único que podían hacer era contar las horas antes de volver a tenerse solo para el otro. Y es que no solo existían ellos en el mundo, por más que les gustara creer que no había nadie más en la tierra, los problemas crecían y los días se le terminaban, ya no tenían una semana para estar juntos y parecía que cada paso que daban, traían tres problemas más por delante, si eran relacionados o no a ellos era lo de menos, los títulos que Lhya portaba eran suficiente para que apenas el sol se pusiera, ya no fuera la dulce joven que pasaba horas a su lado siendo mimada, era tan diferente cuando los vestidos caros y la responsabilidad caían en sus hombros, en ocasiones creía ver a otra persona pasar frente a él rodeada de sirvientas que esperaban una respuesta, pero, y solo en el instante en que volteaba a verlo un segundo, notaba ese amor en sus ojos que le recordaba que las máscaras que usaba eran solo eso, máscaras.
La vocesita de Arya Stark llegó a los oídos de Lhya deteniendo su caminata junto a su hermano, quien rápidamente y como si su hermana lo ordenada sin mirarlo, se alejó por los pasillos de Winterfell
━¡Lhya! Los brazos de la pequeña rodearon su cintura, siendo estrujada con tanta fuerza que le preocupó el estado de ella, tomó con delicadeza su mentón obligando a mirarla a los ojos
━¿Que sucede, dulzura?
━Nymeria ataco a Joffrey para defenderme, estaba practicando con el hijo del carnicero y el tonto de Joffrey lo atacó, ella solo intentaba defenderme ━los balbuceos hacían complicada la tarea de entender el hilo de lo sucedido, de como todo había terminado en que su sobrino tuviera un accidente tan tonto, pero por alguna razón las preocupaciones de Lhya no estaban en él
━¿Estas bien?
Conocía a su sobrino, a lo que esa mente retorcida podía hacerle a una niña como Arya, incluso si la consideraba tan capaz como cualquier otro, incluso más que su propia sangre, Joffrey era un príncipe y por ley tenía más voz que ella, darle poder a los idiotas era uno de los tantos errores de la dinastía de Westeros.
━Quieren matarla, lo oí decir que quería su cabeza, debes hacer algo Su corazón se encogió al instante, ver como aquella joven la veía con tanto ruego y esperanza, Arya encontraba en Lhya algo que con Sansa no tenía, la figura de una hermana mayor, de alguien que velará por su bien estar incluso si era consciente de que no compartían sangre, y que en todo caso, era más probable que la joven defendiera a su sobrino, eso haría cualquier Lannister.
━Tranquila, respira y escúchame
Pero ella no era cualquier Lannister, no porque fuera especial, si no porque su instinto la guiaba más por los hechos y conocimientos, y no una lealtad enceguecido por el apellido. Tomó aquel pequeño rostro entre sus manos y limpió una pequeña lágrimas seca en su mejilla
