━Eramos rivales, eramos lo sucio de nuestros apellidos, pero éramos tan perfectos juntos, Jon Snow━
Jon era un bastardo, un producto de una traición que daño el apellido Stark con su presencia
Lhya era la traición en persona, había dejado su apelli...
"Tu rompiste las reglas para estar conmigo, ahora dejame a m
i romperlas por ti."
Season 2
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El fruto de la soledad, la muerte de los sentimientos, el vacío en su pecho que le recordaba que sin importar que tanto lo intentara ese ser tan cruel, seguía teniendo un corazón, un latir que enviaba el calor a todo su cuerpo, un cerebro que guardaba millones de recuerdos, hermosos fragmentos de ese amor que tanto había causó en ella, esa sonrisa y ese amor que cambió su forma de ver las historias románticas que le contaban, la existencia de Jon Snow fue un antes y un después en Lhya, y era ese mismo punto de quiebre lo que evitaba que sus sentimientos se apagaran, él siempre encontraría la manera de volver a ella, de volver a ser mirado con amor, solo él podia despertar los sentimientos en Lhya, y que dichoso el momento donde lo consiguió.
La vuelta de sus sentimientos, el despertar tan repentino que hizo a Lhya jadear, las emociones se sintieron como miles de punzadas en su corazón, su cerebro dolió al revivir esos pensamientos, el estruendo de cada recuerdo que añoraba, el dolor que se guardó por meses, todo lo malo que le había sucedido surtiendo efecto de golpe. Meses sin poder llorar, sin ser capaz de expresar su dolor, su sufrimiento, la angustia que tanto se había encargado de sepultar, la nostalgia de su historia, todo lo que alguna vez fue parte de ella, eso que se había desvanecido llegaba de golpe a su ser, como despertar de una pesadilla.
"No puedes confiar en nadie"
"Jamás volverás a desahogarte con alguien"
"No, jamás, nunca", algo que escuchaba seguido, los recordatorios de Varys, de Rio en su mente recordándole que no había forma de que se derrumbara en los brazos de alguien nuevamente, debía aprender a estar sola, a no sufrir incluso si su cuerpo se quejaba de lo que su magia requería, no importaba que tantas ganas de caer de rodillas o derramar una lágrima tuviera, jamás volvería a hacerlo, su cuerpo estaba diseñado para estar por completo en blanco, no sentir, no amar, no vivir como tanto Lhya quería, tampoco había lugar para sus deseos; solo que todo eso dejó de tener peso, porque sus sentimientos estaban de vuelta, ya sentía, ya recordaba, ya volvía a amar como tanto deseaba, y eso se debía a una sola persona.
━Eres tu...━reconoció su voz, su dulce tilde de voz, esa dulzura con la que pronuncio su nombre, tan amorosa, fina y delicada, como siempre había tenido, era su Lhya, podia distinguirla en cualquier lugar, sus ojos llenos de lágrimas que lo observaron con temor no podían ser de otra persona más que de ella, su ángel estaba de vuelta.
El abismo de sus cuerpos separados, esa pequeña diferencia de temperaturas propensa a sus géneros y vestimentas, Jon tan adaptado al frío, Lhya sufriendo la falta de costumbre, tan calurosa durante toda su vida, los vestidos coloridos que ya no existirían en su haber, propensa a utilizar el negro, los tapados de animales que camuflaban las bajas temperaturas, solo que ella no quería ese calor, no anhelaba la ausencia del frío, no necesitaba un abrigo pesado para aligerar su piel, lo necesitaba a él. Cortos pasos, una respiración irregular, el momento preciso donde los brazos de Lhya se aferraron al cuello de Jon, la elevación de su cuerpo para ser pegado por completo al suyo, ese inmenso calor que los recorrió a ambos, la mano de mayor magnitud rodeando esa frágil nuca pidiéndole que no se separará de él, necesitado de ese momento, de saber que ella lo estaba abrazando con toda su fuerza, acompañado de sollozos tan desgarradores y dolorosos que lo hicieron derramar pequeñas lagrimas, no podia comprender que sucedía en su cabeza, quizas entender a ciegas lo que pudo haber sucedido estando sola tantos meses o el dolor de que toda tu familia te diera la espalda, pero no importaba si no podia adentrarse en su mente para saber que sucedía, su dolor se volvía propio con solo oirla llorar, cualquier cosa que hiciera sufrir a su Lhya rompería su corazón por completo