CAPÍTULO 39: ¿PUEDES OIRME?

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Copo tras copo de nieve caía sin detenerse, el frío era palpable que congelaba el ambiente al mínimo rastro de calor. Sus ojos no podían distinguir en qué momento toda esa blancura encontraba fin o capaz era lo que miraba más allá de aquella nieve. Miraba recuerdos del pasado que dejó sepultados y ahora caían nuevamente sobre él como copos en la nieve, uno tras otro. Aquella sonrisa de aquel joven con la cicatriz en la mejilla, su haori moviéndose en la montaña mientras traía de la mano a aquella pequeña niña de ojos verdes. Tomioka suspiró.

"¿Cómo... lo olvidé?", fue que pensó cuando bajo la mirada. Lo único que lo protegía de aquel frío invernan era estar en aquella pequeña cabaña que encontró cuando cayó al barranco con Seri. El frío recorrió sus huesos como si un buen filo se tratase. No supo cómo, pero logró salir de aquella corriente de agua que iba con fuerza por el caudal. Piedras, madera, personas, sus cuerpos chocaban con todo lo que la corriente jalaba a su paso. Era lo peor.

Pero solo se guio por su impulso de salvarla. Solo eso. No había tiempo de pensar sí era lo mejor, simplemente tenía que sacarla del peligro incluso si eso los llevase al abismo. Sin embargo, ¿no era peor esta situación?

Tomioka apartó la mirada de la pequeña ventana y volteó al fuego crepitante de la pequeña chimenea que pudo hacer funcionar mientras veía a aquella joven inconsciente ya días. Dio unos pasos para acercarse a Seri. Lucía serena y tranquila durmiendo en aquel futón viejo, ¿cómo lo hizo? ¿cómo volvía a sobrevivir? Solo podía mirarla. Era preferible eso a verla tiritar del frío que parecía que su piel se iba a romper en miles de pedazos. Tuvo que robar ropa aún con su ropa mojada y tronándole los huesos, forcejeó con la joven hasta que pudo cambiarla y brindarle calor con aquella pequeña chimenea. Por un momento pensó que lo atacaría, pero Seri simplemente se rehusaba. Emitía gemidos de queja como disgusto, pero nunca lo lastimo, lo curioso es que evitaba su mirada. Tomioka no entendía o capaz, si sabía porqué la joven no lo miraba pese a ahora ser un demonio...

"Sabito"

Sabía que la respuesta era su viejo amigo que ya no estaba en el plano de los vivos. Tomioka suspiró de nuevo. ¿Cómo habían llegado eso? ¿Cómo olvido todo lo que vivieron? Y en especial, ¿cómo rompió aquella promesa? Se sentó al lado de la joven mirándola dormida por completo. Sus ojos azules reflejaban un mar de confusión y arrepentimiento, miraba un momento aquel haori con esas texturas particulares que estaba colgado ya seco.

"Promételo, ¿sí?"

Lo prometió y así terminó todo. Suspiró. Era cansado todo ello y peor aún saber que ni eso podía hacer. Solo era cuidarla y hubiera sido más sencillo en el ocaso de los demonios, pero ahora Seri era un de ellos. El final ya estaba escrito. Bajo la mirada y se acomodo a su lado mirando el fuego de la chimenea. Fue en eso que tocaron la puerta de aquella pequeña cabaña que los protegía del frío. Tomó su arma ante posibles amenazas, pero abrir la puerta y salir vio que era un campesino al que había ayudado días antes sin pensarlo y le brindaba ahora alimentos cada cierto tiempo.

-Joven, le traje un poco de comida -le sonrió el anciano- ¿Cómo sigue su mujer? -preguntó mirando tras el hombro de Giyuu a la mujer dormida en un futón.

Tomioka era un hombre de pocas palabras que no se molestó en explicar que Seri no era su esposa, aunque dada su situación era la mejor forma de pasar desapercibidos.

-Bien... aún débil. -dijo sin más. El anciano asintió comprendiendo ya que el solo frío podía lastimar a las personas.

-Se recuperará. Es una mujer muy bonita no cruzara el puente... -le sonrió- aunque dicen...

Tomioka asintió sin más mientras escuchaba a aquel anciano, mientras detrás suyo y sin que nadie lo pueda ver, un joven de cabellos anaranjado y con una cicatriz en la mejilla se ponía al lado de Seri y la miraba con unos ojos de anhelo. En sus ojos había el deseo de tomar su mano y pronunciar nombre, poder decir que estaba ahí.

"Yo... no sufrí, Seri. He estado aquí siempre... -su mano intentó acariciar su mejilla- ¿lo recuerdas? Por favor... despierta...", Sabito miraba con unos ojos de súplica, sabía que no podía revertir las cosas. Que él ya no pertenecía a este plano, pero ¿Cómo pides que un corazón deje de latir ante lo que pudo ser y ahora estaba frente a él? Tomó aire como si eso le sirviera, volteó a ver a Tomioka que seguía escuchando al anciano, sonrió. Y luego su mirada fue a Seri.

"Perdona que te dejara sola, cuando me necesitabas -dijo con pena con la mirada cristalina y se acercó y beso su frente antes de ir desapareciendo- despierta, estoy aquí contigo..."

Y fue que poco a poco los ojos de Seri se fueron abriendo mientras las lágrimas corrían por sus ojos. Era como si lo hubiera escuchado todo, como si el dolor de aquella noche fuera palpable: la noticia, su espalda siendo desgarrada y su corazón rompiéndose en pedazos mientras caía en un profundo sueño de recuerdos dolorosos.

Cuando Tomioka despidió al anciano y volteó, vio a la joven se sentada llorando, teniendo en brazos aquel haori de patron peculiar. Era como ese día. Ese maldito día que le dijeron a él que Sabito no había vuelto. Que simplemente no volvería más. Giyuu bajo la mirada con culpa y dolor.

-Perdónenme...

Logró decir en un hilo de voz mientras su vista se nubló como el de la joven, la pérdida de hace años recién recaía en aquellos dos jóvenes que perdieron parte de su vida en aquella prueba mientras que aquel tercero no visible le lamentaba haberlos dejado atrás destruidos. 


Fin del capítulo.


Notas del autor: Buenas! Aquí agregando otro capítulo ¿corto?. Lo capítulos de Puente de Cristal se me hacen cada vez mas difícil por lo que provocan en mí y por eso me demoro, pero eso sí: la historia esta finalizada en mi cabeza, el problema es plasmarlo como deseo, disculpas el atraso. Sin mencionar que ya me gradué de la universidad y ahora ando full en mi trabajo. Sí, aquí la clase proletaria. Sin embargo, no he olvidado esta historia, pero como verán el contexto de donde vamos últimamente, necesito sentirme mal o escuchar canciones tristes para intentar plasmar el dolor que vemos. ¡Ojalá sirva! Espero que estén bien y gracias por su apoyo así como quienes escriben y atoran mi bandeja con mensajes, ahí recuerdo que tengo un fic que escribir. Y que sientan el dolor que sentí al escribir (por fin) a Sabito y lo que se viene. Bye! 

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⏰ Última actualización: Aug 10 ⏰

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