-Por lo siguiente, en unos días vendrá la familia Koizumi, trayendo a su prometida. Espero que acepte las últimas palabras de mi padre.
Le estaban diciendo eso. Así de simple y sencillo. Las palabras caían ante él. Sus ojos quedaron abierto sin pestañear ni un segundo mientras aquella heredero leía las indicaciones de su difunto padre, en la cual se expresaba su última voluntad para él, para su amado pilar del viento. ¿Era enserio? ¿Una de sus últimas voluntades era para él? ¿No hubiera sido mejor dejarle una buena prometida a su propia hijo? Alguien seguro con quien él pueda liderar a la familia Ubuyashaki. ¿Él qué importaba? Nada. Su vida en absoluto importaba en algo. Más bien, él esperaba irse lejos de ahí. Con eso vivir una vida tranquila hasta su muerte. Sin embargo, el hecho que Muzan ya no exista más no quería decir que los problemas no estuvieran, que hubiera rastros de demonios rondando en cada parte. El trabajo aún continuaba aunque era mejor e iba disminuyendo.
¿Y ahora esto? Ubuyashiki, aquel hombre que le tendió la mano y fue gentil con él, ahora estaba diciéndole que había preparado, antes de morir, todo para que se casara. Incluso una prometida que llegaría en unos días, ¿Por qué? ¿Por qué le estaba haciendo eso? Él no entendía. Aquel pilar del viento no comprendía las palabras de su benefactor ya fallecido. Y más aún ese esmero en que él acepte ello. "Cásate. Vive la vida que merecías". Era uno de los párrafos de su carta. Simplemente hizo una reverencia ante aquella líder por tomarse el tiempo para eso.
-Pienselo. Sé que mi padre quería lo mejor para usted. -le dijo mientra le daba una carta y extendía la mano- Tómela. Es suya.
-No podría. Es... una carta de señor Ubuyashiki.
-Y es suya. Él la escribió para usted.
No pudo negarse que terminó por aceptarla. A simplemente asentir por el gesto y retirarse. La carta era clara, pero aún así él no la entendía. No tenía ganas de leerla ni analizarla. Lo que menos quería era tener gente molesta en su vida. Solo metió en su bolsillo y caminó por los pasillos de aquel recinto.
-¡Aniki! -escuchó, pero siguió su camino- ¡Hey! ¡Aniki! No te vayas... -se apresuró a seguir sus pasos.
-¿Qué quieres? -le dijo sin dejar de caminar.
-Bueno... es que... -Genya no sabía si podía ser entrometido- Te llamaron...
-Sí. -fue cortante. Lo que menos quería era hablar de eso con su hermano.
-¿P-puedo saber para qué? -decía algo apenado, pero curioso. De la nada habían llamado a su hermano por una voluntad que dejó el señor Ubuyashiki.
-No es nada. ¿Terminaste tus deberes? -lo miró.
-Ah... ¡Sí! Bueno... se supone que Inosuke tenía que terminar lo restante...
-¿"Se supone"? -parecía molesto.
-¡Pero iré a ver ahora mismo si lo terminó o no! -Se fue corriendo cuando este lo miró furioso.
No lo iba a negar. Le gustaba tener a su hermano con él, verlo seguro y como siempre animado; pero a él no le comentaria lo que pasó en esa reunión. No quería que esa "noticia" tuviera tanta importancia. Era claro que no iba a aceptarlo. Podía comprender el buen corazón del señor Ubuyashiki para con él. Siempre fue así que le juró lealtad a él y a toda su familia, pero casarse no tenía sentido alguno. ¿Qué ganaban? Eso no lo haría más fuerte ni eliminaría a los demonios restantes más rápido. No veía nada bueno a ello. Y solo sentía que sería una carga. Para él la vida era suficiente con tener a su hermano pequeño a su lado y seguro. Con todo lo que pasó, eso le bastaba. No necesitaba esposa o hijos. Solo mirar que su hermano haga ello por ambos. Que se enamore, sea feliz y le diga que sería tío. Solo eso le era más que suficiente.
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PUENTE DE CRISTAL
FanfictionAcabó la guerra contra Muzan, se siente la victoria entre los cazadores de demonios, pero aún quedan algunos rondando. Mientras una carta dejada por el difunto Ubuyashiki deja al pilar del viento en una encrucijada: "Espero que puedas ser feliz." D...