PUENTE DE CRISTAL

CAPÍTULO 20: UN ENIGMA

-¡Otro! ¡Mesera!

¡Sí! ¡Vamos! ¡Tenemos que festejar!

-¡Sí! ¡Festejar! ¡Vivan los novios! –decía aquella mujer mientras llamaba al mesero por más sake.

-Mitsuri... -pero su novio intentaba detenerla.

-¡SÍ! ¡MI HERMANO SE CASÓ! ¡NEMI SE CASÓ! –decía a todo pulmón aquel joven- ¡¡¡Mi... aniiki... mi aniiki.... –decía conteniendo las lágrimas- se casó!!!

-¡¡¡SE CASÓ!!! –corroboró Tanjiro con una amplia sonrisa.

-¡Vivan los novios! –se escuchaba muy animada su hermana mientras comía un bollo.

-¡Casémonos, Nezuko-chan! – decía el rubio, pero el llanto de Genya era más fuerte que nadie lo escuchó. Aquel joven era un mar de mocos y lágrimas en ese momento de tanta felicidad.

-¡Mi pupila se casó! ¡Soy el mejor maestro de la vida! ¡¿Quién logró que su alumno se case?! ¿Alguien? ¡Nadie! ¡JAJAJA! –Inosuke alzaba a dos manos trozos de carne victorioso.

-Pero tú no hiciste nada... -Aoi lo miraba con cara de pocos amigos.

-¿Festejemos hasta caer inconscientes? –preguntaba el antiguo pilar del sonido- ¡No todos los días hay una boda!

-Tú... -Iguro quería matarlo. Sabía que esa proposición era la peor cuando tenía Mitsuri tan alegre. La joven con botella en mano confirmó eso. Esa noche se tenía que festejar hasta quedar completamente inconscientes.

-¡¡¡SÍ!!! ¡¡¡LA LINDA DE SERI SE CASÓ CON SHINAZUGAWA-SAN!!! –gritaba feliz la mujer con una amplia sonrisa para mirarlo a él. Tenía envidia, eso era claro, pero era porque también quería eso. Ella había encontrado a alguien que la aceptara tal y como era. Él le daba esa mirada tan tierna que valía todo lo que pasó por conocerlo.

-¡¡¡SÍ!!! ¡¡¡TENGO CUÑADA!!! –Genya pedía más licor y comida. Estaba tan feliz.

Era una ocasión tan especial que no había cómo describir toda la felicidad que aquel sentía. Nunca pensó que la dicha como la gloria podía darse así. De una manera tan hermosa. Y más que nada al festejar el matrimonio de su hermano mayor.

Genya miró a su alrededor, miró a todos aquellos que estaban a su lado para festejar algo tan hermoso como una boda, pero no era cualquier boda. Para él era la boda más importante de toda su vida. No había más dicha ni felicidad que algo como eso para el menor de los Shinazugawa. Siempre pensó que Nemi merecía eso y más. Y esperaba que con todo el fin de Muzan su hermano pudiera abrir esa puerta que cerró hacía mucho tiempo. A algo que siempre era reacio ante las insinuaciones de conseguir a alguien que le daba. Negando cualquier posibilidad. Pensó en muchas cosas, aún cuando todavía había trabajo para los cazadores de demonios. Solo quería que su hermano conociera a alguien y ver qué pasaba. Nada más, si había química las cosas se darían. Sin embargo, Genya era atiborrado de trabajo tras trabajo por parte del pilar. Era más que claro que era una negativa rotunda de él, pensó en desistir hasta que escuchó esos rumores.

"¿No sabe? Su hermano... Shinazugawa-san se va a casar." Fueron uno de las frases que escuchó de varios. Tuvo dos sentimientos. El primero una decepción al no ser el primero en saberlo. Era su familiar directo y no lo sabía, capaz Sanemi aún no lo perdonaba por completo. Y por otro lado, estaba la dicha de que sus oraciones fueron escuchas. Aunque ahí estaba la negativa reiterante de su hermano.

"No me casaré. Entiéndelo." "Son tonterías." Eran palabras que se repetía una y otra vez. Por más que Genya intentó que cambiara de opinión más teniendo a una prometida que venía a verlo, Sanemi era peor que una roca. Terco por completo y sin dar su brazo a torcer. Genya estaba perdiendo las esperanzas por completo. Más con la determinación de su hermano por hablar con los Koizumi para terminar todo y fue ahí cuando todo cambió por completo: conocerla. Seri hizo la magia.