"¿Es-Está vivo?"
Escuché vagamente la voz de Jennie, para después oír a Ford y a Khajorn entrando al callejón, gritando mi nombre. Todo se volvió demasiado confuso para ese punto, era yo tratando de controlarme, calmar a mi omega interno que me pedía ponernos a llorar al ver el cuerpo de Force en el suelo, con los restos de lo que fue un ladrillo cerca de su cabeza.
No lo pensé, no lo planee ni mucho menos imaginé que terminaría de ese modo. Cuando giré para entrar al callejón, Force me daba la espalda mientras le pegaba a Jennie, quien estaba tirada en el suelo hecha un ovillo, tapándose la cara y el estómago. La rabia que sentí fue suficiente para que observe a mis lados, encontrándome con unos ladrillos viejos y abandonados apilados unos sobre otros, agarré el que estuvo más cerca y corrí hacia él, para el segundo en que los ojos de Jennie me miraron, ya el cuerpo de Force caía al suelo en cámara lenta, junto con el ladrillo roto.
"Mierda, Nattawat." Ford me agarró del brazo, sacudiéndome ligeramente. "Amigo, decime que estás bien, por favor. Miráme."
Salí del trance en el que me encontraba cuando su cuerpo rodeó el mío y me abrazó con fuerza, sentí su calidez y fue suficiente para aferrarme a la frágil espalda de mi amigo, dejando que mi omega sea libre, que mi cuerpo tiemble y que mis ojos se llenen de lágrimas contenidas, mientras le repetía a Ford que quería a Gemini.
"Llamálo, ¿sí? Llamálo, él puede ayudar."
Me acordé que Gemini tenía una reunión y que seguro para ese momento debía estar en ella, pero mi egoísta deseo pudo más, así que apenas un brazo de Ford me liberó, saqué mi celular de mi bolsillo y marqué al segundo número en llamadas rápidas. Pegué el aparato a mi oreja y al segundo tiembre, escuché la voz de mi alfa, llenándome de una sensación de paz impresionante.
"Hey, bebé. ¿Qué pasa?" Preguntó, preocupado. "Ahora deberías estar en clases."
"Perdón." Gemí, tratando de aclarar mi garganta. "Pe-Perdón Gem, es que...Necesitaba- Necesito escucharte."
"¿Fourth?" Su voz se escuchó mucho más alarmada. "Mi amor, ¿qué pasa? ¿Por qué lloras?"
"Mierda." Llevé una de mis manos a mi cabeza y contuve la respiración por unos segundos, tirando de mis pelos con algo de fuerza. "Es que...Él, fue él, él empezó a pegarle a una omega y no pude...Mierda, Gemini, no pensé- Bueno, sí pensé pero...Creí que no debía, no era bueno el-"
"Permitirlo."
"Ujum." Suspiré, apoyándome en la pared que estaba a mi espalda y observando a Khajorn auxiliar a Jennie. "No debía...Permitirlo."
"¿Te hizo algo? ¿Cómo estás?"
"No, no." Negué con la cabeza, aunque Gemini no podía verme. "Él ni siquiera me vio, sólo...Sólo le pegué con un ladrillo que encontré, le pegué en la cabeza y ahora está...Está en el suelo. Mierda, Gemini." Me dejé caer hasta que me senté en el piso, todavía apoyado contra la pared. "Decime...Decime que todo va a estar bien. Dale, decime."
"Todo va a estar bien, mi bebé." Asentí, pasando mi brazo por mis ojos para eliminar los rastros de lágrimas. "Me pone más tranquilo que no te haya visto, sabes cómo son los alfas, seguro después buscaría venganza y yo no iba a permitir que te toque. Ni a vos, ni a Yin."
"Lo sé." Sonreí, mientras le regalaba un gesto de agradecimiento a Ford. "Sos mi buen alfa."
"Y vos mi perfecto omega, Fourth. Estoy orgulloso de vos."
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The Perfect Omega; GeminiFourth
RomanceCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Fourth Nattawat tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad. ¿Qué alfa querría encarga...