C A P Í T U L O 32

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"No pueden, ¿verdad? Ellos... Ellos no pueden..."

Mi voz se escuchaba ronca, entrecortada y rasposa, me dolía de tanto haber llorado y quizás gritado por el teléfono. Estaba seguro que fueron más de veinte veces las que llamé al número de Gemini, número con el cual me había comunicado con él esa misma mañana, antes que todo el tormento empezara; y mismo número que ahora me repetía una y otra vez el mismo mensaje.

Nataly se quedó incluso cuando ya no tenía que hacerlo, después de ayudarme a levantarme del suelo en el que caí rendido ante la voz repetitiva del teléfono, caminé hasta el sofá y me dejé caer en este. Yin se trepó por un costado, se sentó sobre mis piernas y apoyó su pequeña cabecita en mi pecho. Puso su manito a la misma altura y frotó su cara contra mi remera. No tenía idea de dónde él había aprendido aquello, pero estaba feliz de que lo supiera, así sea por instinto propio, fue su suave y dulce aroma a bebé, a mi bebé, lo que hizo que no me consumiera en un estúpido ataque de pánico.

Después de que se durmió, lo acosté y Nataly se fue, dejándome estable, citando sus palabras, volví a llamar a Gemini al menos unas diez veces, todos los intentos fallaron. Traté de hacer lo mismo con Mark pero me decía que el usuario se encontraba fuera del área de servicio. Incluso pensé en llamar a mi madre, sentía que necesitaba a alguien diciéndome que todo iba a estar bien, alguien que calmara a mi asustado omega, que lo mantenga quieto y no siendo el causante de que mi corazón estuviera a poco de salirse de mi pecho.

Al final, llamé a Love y solté un gemido de alivio cuando me contestó. Le conté todo, completamente todo y más de una vez la escuché sisear enojada y triste, sin embargo, ella tampoco podía hacer nada por ayudarme.

"Fourth... No lo sé." Dijo, después de un largo silencio. "Si él lo consultó, quizás-"

"¡Love!" Reclamé, deteniendo sus suaves palabras. Ella intentaba que la forma que fuera, su confirmación no me enloqueciera. "¡Estamos hablando de Yin! Joss... Él, él nunca iba a ser un buen padre para Yin, eso si es que me dejaba tenerlo siquiera."

"Lo sé, Fourth, vos y yo sabemos eso." Siguió. "Pero la justicia no, ¿entendés? Él es un alfa, quieras o no, sigue siendo tu alfa y es el padre de Yin, porque lo es... Tiene su sangre. Joss puede explicar que le escondiste la existencia de su hijo y te van a tomar por un omega con algún desorden mental. Además, ¡Escapaste!" Me reclamó. Iba a contestar, cuando siguió. "¡Claro que tenías que escapar! ¡Pero eso el mundo de mierda no lo entiende!"

"Love." La detuve. Sentí como mi vista se humedecía de nuevo. Ella tenía razón, incluso Joss tenía razón. "No-No pueden... Es mío. Yin es mío."

Ella me escuchó llorar en silencio, de vez en cuando, escuchaba sus lejanos arrullos que no servían a través de una línea telefónica y sin embargo, tan triste como sonase, era lo único que tenía en ese momento. No Gemini, no orgullo, no valor, nada... Sólo el lamento de mi hermana mayor y el miedo de perder lo único que evitaba que me suicidara.

"Nattawat, hermano." Dijo, después de un largo tiempo en el que no dejé de llorar en ningún momento. "¿Y si vas a buscar al padre de Gemini? Me dijiste que era un gran tipo, si Gemini y Mark no contestan, quizás él pueda ayudar, ¿no? Tiene influencias."

"Él es un omega, Love." Suspiré, sorbiendo por la nariz, pasando mi antebrazo por mis ojos, tratando de parar mis lágrimas que parecían no tener fin. Sentía el mal sabor en la boca al expresarme de esa manera, más con mi mentalidad de omegas y alfas somos iguales, sin embargo, así como iban las cosas, me di cuenta que el mundo no estaba listo para ese cambio, y que los omegas tampoco. "Y la madre de Gemini seguro está feliz de que él y yo no podamos comunicarnos, no le va a permitir hacer nada."

The Perfect Omega; GeminiFourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora